Excavaciones arrojan información sobre el pasado andalusí de Alcañiz

Los trabajos han consistido en la realización de cuatro sondeos, encaminados al estudio del urbanismo y la vivienda, y la arquitectura defensiva.

La segunda campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Alcañiz el Viejo en Alcañiz (Teruel) ha ampliado la información sobre el urbanismo y la vivienda de las fortificaciones de este enclave.


La campaña organizada por el Museo de Teruel, con el apoyo de la Universidad de Zaragoza y el Taller de Arqueología de Alcañiz, se ha centrado en el burgo fortificado hisn Al-Qannis, que citan las crónicas árabes a inicios del siglo X, informa la Diputación turolense en un comunicado.


Durante esa época, Alcañiz el Viejo continuó siendo el centro de población más destacado de toda la cuenca del Guadalope hasta la conquista aragonesa, a mediados del siglo XII, cuando el lugar fue abandonado en beneficio del emplazamiento que hoy ocupa la capital comarcal del Bajo Aragón. Los trabajos han consistido en la realización de cuatro sondeos, encaminados al estudio del urbanismo y la vivienda, y la arquitectura defensiva.


Los arqueólogos han comprobado las dificultades a las que tuvieron que enfrentarse los habitantes de Al-Qannis para adaptar el caserío a la empinada topografía del solar, por lo general mediante la disposición de las estancias sobre sucesivas terrazas.

Para obtener un suelo suficientemente horizontal, uno de los espacios exhumados fue nivelado con un potente nivel de escombros procedente de contextos domésticos anteriores, fechado durante la Antigüedad Tardía.


Los investigadores destacan lo interesante del conjunto cerámico documentado en este relleno del siglo V después de Cristo, dado lo raro de este tipo de hallazgos, que incluyen vajillas manufacturadas en el sur de Francia y ánforas importadas desde el norte de África. Por su parte, las catas abiertas en el sector superior del yacimiento han permitido analizar la arquitectura defensiva y la organización del espacio interior de la fortaleza medieval.


Destaca la intervención realizada directamente sobre la muralla que cierra el conjunto por su lado occidental, que ha permitido evidenciar la existencia de al menos dos fases: una primera, de época ibérica o ibero-romana, que amortiza estructuras protohistóricas anteriores; y una segunda, ya andalusí, que rehabilitó la obra antigua empleando técnicas constructivas diferentes.


En la zona excavada se han conservado hasta seis hiladas de esta muralla de empaque monumental, lo que, destacan las mismas fuentes, además del valor científico tiene también un atractivo desde el punto de vista del turismo arqueológico y patrimonial.

La actuación en Alcañiz el Viejo se enmarca dentro de un proyecto de investigación plurianual del Museo de Teruel que, con el título de "Husun y qura. Bases para el estudio del poblamiento andalusí en el sur de Aragón", pretende analizar la organización del territorio durante época musulmana en el tercio meridional de nuestra Comunidad.


Forma parte de este mismo proyecto la próxima campaña de excavaciones que, a partir de inicios del mes de septiembre, se llevará a cabo en otro destacado yacimiento andalusí, como es el Cabezo de la Cisterna, en Alba del Campo, objeto que también de exploraciones el año anterior.


Los futuros trabajos van a pasar por la limpieza y excavación de la zona de la muralla para dejar más tramos visibles y visitables, además de recuperar las estructuras que se localizaron en las excavaciones realizadas a principios del siglo XX y en las que ahondaron en la mayor parte de las estancias de época islámica.

"La idea es limpiar esas estancias que están cubiertas por tierra caída y vegetación para que el visitante perciba de una manera más rápida y eficaz las características de este notable asentamiento histórico", ha explicado el director del Museo de Teruel, Jaime Vicente Redón

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