Han bastado apenas 15 días para que el restaurante Mariano de Calamocha  haya vendido las 100.000 papeletas de su cesta de Navidad, valorada en 400.000 euros, que incluye entre otros regalos, un Porsche Panamera, un Mercedes, lingotes de oro y viajes a Nueva York así como a las islas Fiji.

Ya van trece Navidades en las que Mariano Sanz y Manolo Hernández, los dueños de este restaurante de carretera especializado en comida aragonesa, montan su particular Belén dentro del restaurante con coches, motos, aparatos tecnológicos de todo tipo, comida y bebida.

Desde 1977 sortean cestas, aunque fue hace trece años cuando dieron el salto al gran formato incluyendo su primer coche: "Unos amigos nos picaron diciendo que no entraba un coche en el restaurante y como buenos aragoneses nos empeñamos en que sí", cuenta Mariano Sanz.

Al principio eran coches pequeños pero a medida que la lista de objetos de la cesta ha ido creciendo también lo han hecho los coches.

El de este año, un Mercedes SLK, entró por la puerta del restaurante tras varios intentos: "Lo metimos de cara y faltaban dos centímetros, así que hubo que sacarlo de nuevo y maniobrar", explica Sanz, que recuerda "el espectáculo que se monta" el día que se instala la cesta: "ese día empieza la Navidad".

Casi todos los productos pueden verse dentro del restaurante dispuestos en un gran escaparate que ayudan a montar doce personas, vecinos del pueblo.

El precio de la cesta esta año es de récord, con objetos por valor de 40.000 euros más que el año pasado.

Cada año las papeletas, que se venden a 8 euros, se acaban antes y hay más interés por comprar, aseguran los propietarios, que reciben muchas peticiones a través de su página Facebook, en la que cuelgan fotos y recuerdan que solo se pueden adquirir las papeletas en el restaurante y de lunes a sábado que es cuando tienen abierto.

Entre los compradores hay clientes habituales pero muchos que cogen días de vacaciones expresamente para adquirir las papeletas con las que soñar con otro "Gordo". Porque el agraciado es aquel cuyo número coincida con el primer premio del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad del 22 de diciembre.

Entre los productos de la cesta más espectaculares están los dos coches y 3.000 euros en gasolina, una moto BMW, además de dos lingotes de oro de un kilo cada uno, que tienen un valor de unos 80.000 euros, explica Mariano, que es aproximadamente lo que hay que aportar a Hacienda en concepto de impuestos.

Pero la lista incluye también un lingote de plata, dos relojes Cartier o un anillo Bulgari, series de lotería de Navidad con todas las terminaciones, y viajes este año a Disneyland en Orlando, para 4 personas, a Nueva York y las islas Fiji y Gstaad, en los Alpes suizos.

Llama la atención también el Porsche que está instalado en el tejado de este tradicional restaurante, "ese ya no cabía", recalca Mariano.

Este restaurante es de los pioneros en organizar una gran cesta navideña, aunque tras ellos ha habido otras iniciativas, con cestas incluso de más valor, que no tienen la misma aceptación.

Ellos achacan la gran expectación que genera su cesta a que llevan "toda la vida en el restaurante" y la cesta ha ido creciendo con los clientes.

De hecho, Sanz cuenta con satisfacción que en varias ocasiones la cesta ha ido a parar a "clientes que son ya amigos de verdad", y también ha viajado a Logroño o Valencia.

Donde seguro que no se quedará es en el restaurante, porque además de que se venden todos los números, nadie de la familia compra ninguna papeleta.

"Cuando vienen a por el premio sí que les pedimos que dejen un jamón y así invitamos a merendar a todos los que ayudan a sacar los regalos", comenta entre risas.