AGUA

"Tenemos agua potable en las casas solo dos horas al día"

Un total de 16 pueblos turolenses padecen diferentes problemas de abastecimiento que se pueden agravar en verano. Blesa es la única localidad que necesita el suministro de camiones cisterna. Otras localidades tienen averías o presencia de nitratos

El parque de bomberos de la Diputación Provincial de Teruel lleva más de dos meses suministrando agua a diario a través de camiones cisterna a los habitantes de Blesa, un pequeño municipio turolense cercano a Muniesa, cuya situación de sequía es alarmante.


Los bomberos se desplazan con los tanques cargados desde sus instalaciones de Calamocha, vacían el contenido en los depósitos municipales y vuelven a llenarlos en Utrillas, el municipio de mayores dimensiones más próximo. En total, descargan 24.000 litros al día, "una cantidad suficiente únicamente para disponer de agua potable en las casas durante dos horas", señalaba la alcaldesa, María Ángeles Cólera.


Blesa es uno de los 16 municipios de la provincia de Teruel que padecen problemas de abastecimiento y para cuya solución la Diputación Provincial ha solicitado ayuda económica al Ministerio de Medio Ambiente "con la misma celeridad y disposición que las dispensadas a Barcelona", decían esta semana el presidente y vicepresidente primero del organismo, Antonio Arrufat (PSOE) e Inocencio Martínez (PAR), respectivamente.


Se trata de diferentes contratiempos que van desde la falta de recursos hídricos hasta la existencia de nitratos o sulfatos en los manantiales, pasando por las frecuentes averías en el sistema de bombeo del agua. Problemas que han ocasionado hasta ahora algunas restricciones puntuales -salvo en el caso de Blesa que la falta de suministro es total-, pero que podrían agravarse considerablemente en los meses de verano, cuando en los municipios se multiplica su población.


En todos los casos, la solución pasa por la captación de nuevos sondeos, un proceso costoso que no pueden asumir los ayuntamientos de los pequeños municipios.


Antonio Arrufat destacó el hecho de que la Diputación Provincial acomete "continuamente sondeos de investigación" para tratar de resolver algunos de los problemas endémicos de los pueblos, como es el caso de Blesa o La Portellada -en este último es reiterada la presencia de nitratos en el agua-. Agregó, no obstante, que sin ayudas económicas externas, como las que ahora solicitan al Ministerio de Medio Ambiente, los trabajos necesarios para mejorar los recursos hídricos de los municipios se alargarían en el tiempo excesivamente.


Mientras tanto, el día a día transcurre en las localidades afectadas con más de una dificultad. En Blesa, la situación se va complicando con el tiempo. "Hasta hace dos semanas teníamos agua cuatro horas al día, pero ahora solo de 9 a 11 de la noche, así que es entonces cuando ponemos las lavadoras y cuando acumulamos cubos para las comidas del día siguiente. Todo de mala manera", señalaba una anciana.


En el bar, Antonio Cavero usa un barreño y garrafas para fregar platos y vasos. "Me voy arreglando como puedo, ¿qué voy a hacer?"


Muchos optan por llenar cubos y contenedores en el canal que pasa por la parte alta del pueblo. A esta conducción atribuyen algunos las causas de los problemas que sufre Blesa. Se habilitó hace cuarenta años, mediante una captación del río Aguas Vivas, a 6res kilómetros del pueblo, para derivar el contenido en el pantano de Moneva -en la provincia de Zaragoza- y abastecer la zona de Belchite. La alcaldesa afirma que desde entonces, el antaño caudaloso río, no ha sido el mismo. El cambio climático, con un escaso nivel de pluviometría, ha empeorado la situación hasta el extremo de convertirlo en los últimos años en un cauce completamente seco a su paso por Blesa.


En el Bajo Aragón Histórico diversos municipios como La Portellada, Torre de Arcas, La Mata de los Olmos o Peñarroya de Tastavins, están realizando mejoras en las infraestructuras hidráulicas. Muchas de estas actuaciones consisten en la construcción de nuevos pozos destinados al aprovechamiento de las aguas subterráneas. En el Matarraña, se prevé que únicamente la localidad de Fórnoles pueda tener problemas de agua durante los meses de verano, cuando su población llega a multiplicarse por seis. El resto de municipios quiere acometer las obras a modo de prevención.


La modernización de tomas de agua de boca o la realización de sondeos para construir pozos alternativos son algunas de las acciones planteadas. Los alcaldes se muestran preocupados por los cultivos de secano, y creen que ante la ausencia de precipitaciones se pueden generar graves pérdidas.