El metro que recorrerá en el futuro la línea este-oeste tendrá una velocidad máxima que oscilará entre los 60 y los 90 kilómetros por hora y podrá circular sin conductor. Estas son algunas de las características del nuevo sistema de transporte que está estudiando el Ayuntamiento de Zaragoza para conectar la estación de Delicias y el entorno del apeadero de Miraflores.

Según los técnicos, entre los distintos tipos de suburbano posibles, se ha optado por un metro automático ligero, que se adapta mejor a las demandas intermedias. En la actualidad, las tecnologías más extendidas son el sistema VAL de Siemens o el de Ansaldo. Al circular sin conductor, desde el centro de control son los operadores los que se encargan de supervisar el servicio.

Estos vehículos tienen una capacidad máxima de unos 25.000 pasajeros por hora y sentido y las composiciones pueden ser dobles o triples. Cada metro tiene entre 25 y 80 asientos y una longitud que puede llegar a los 45 metros, por lo que el número de personas que puede transportar suele oscilar entre las 110 y las 250.

Además de la velocidad, esta es una de las principales ventajas sobre el tranvía, que solo puede transportar entre 100 y 180 pasajeros repartidos en un máximo de dos convoyes. Sin embargo, un metro convencional es mucho más grande. Puede sumar hasta 10 vagones y alcanzar los 150 metros, por lo que puede transportar muchos más viajeros.

No obstante, el precio es el principal inconveniente del metro. El coste por kilómetro de la línea que defienden los técnicos para el suburbano es de 86,5 millones de euros. Frente a esta cifra, cada mil metros del eje de tranvía norte-sur tienen un coste de poco más de 31 millones, con las obras de urbanización incluidas. El proceso constructivo, con tuneladora o en trinchera, será determinante para concretar el precio de las obras.

Distancia entre estaciones

La distancia entre paradas oscilará entre los 350 metros y los 1.500 metros. Es una cifra ligeramente superior a la del tranvía (entre 250 y 1.200 metros). No obstante, permite un mayor número de estaciones que el metro convencional, cuyas bocas deben estar separadas por un mínimo de 500 metros hasta un máximo de 2.000.