SANIDAD/ARAGÓN

Solo 456 pacientes obtienen los fármacos contra el colesterol con precio mínimo

Miles de enfermos crónicos no gozan del descuento máximo, reservado a los hereditarios.

Tan solo 456 enfermos de colesterol de la comunidad aragonesa tienen acceso a los fármacos prescritos para esta dolencia con descuento máximo. Son unos pocos los que cuentan con una subvención que reduce su precio final en un 90 por ciento. En concreto, este medio millar de beneficiarios son los pacientes aquejados por la hipercolesterolemia familiar, una patología muy concreta y hereditaria que, según algunos estudios, afecta a uno de cada 500 individuos.


Para el resto de personas con niveles altos de colesterol, la factura mensual en medicamentos se dispara. Según el estudio Hispalipid, uno de cada cuatro pacientes (el 25,2%) que acude a las consultas de atención primaria en Aragón tiene el colesterol o los triglicéridos por encima del nivel recomendado. Y de ellos, el 63,2% está tratado con algún medicamento. Más de 200.000 personas se someten a medicación en la comunidad, muchos de ellos, de manera constante, según el estudio.


Dos de los medicamentos más habituales en el tratamiento del colesterol son Prevencor y Zerator. Su precio asciende a 27 euros en su formato de 20 comprimidos de diez miligramos cada uno. Con la aportación reducida, el coste de cada cajetilla se quedaría en 2,7 euros, lo que aliviaría notablemente los bolsillos de los enfermos crónicos.


Es el caso de J. M., un zaragozano de 49 años, al que se le diagnosticó hace un año y medio un nivel de colesterol excesivamente alto por el que se debe medicar cada día. Su mujer, aquejada de cardiopatía, se encuentra en una situación similar, pero la factura en la farmacia no tiene nada que ver. "Él se toma una pastilla al día y nos cuestan 33 euros. Yo me tomo siete, y pago poco más de seis", relataba poniendo de manifiesto su indignación ante este "agravio".


Para la Asociación del Defensor del Paciente, este tipo de casos "es manifiestamente discriminatorio". En palabras de su presidenta, Carmen Flores, pese a que se puede mejorar el estado personal con unos hábitos de vida saludables, en la mayoría de los casos de colesterol "la persona no tiene ningún tipo de culpa de sufrir esta dolencia". Según Flores, la mayoría de los casos suelen ser "enfermos crónicos, que deben medicarse durante toda la vida", lo que repercute seriamente en la economía familiar.


Nuevas reivindicaciones

Desde la Fundación Hipercolesterolemia Familiar, recuerdan el "duro" camino recorrido hasta obtener la máxima subvención. "Una de las prioridades de la Fundación ha sido el promover la aportación reducida para los medicamentos que toman los pacientes afectados por la hipercolesterolemia familiar heterocigota, unos 80.000 en toda España", explican.


Ahora, el nuevo reto de esta asociación, dicen, se centra en la extensión de las ayudas al resto de variantes en que se muestra esta dolencia.


Las reivindicaciones del Defensor del Paciente van más allá. "Hay personas que necesitan vitaminas y que no tienen acceso a ellas con precio reducido, pese a ser prescritas por un médico de la Seguridad Social", dice Carmen Flores.