DESPOBLACIÓN RURAL

Se buscan pueblos para acoger nuevos vecinos

La Asociación contra la Despoblación tiene mucha demanda de empleo y vivienda, pero pocos municipios que ofrezcan alternativas.

Óscar, Silvia y la pequeña Idaira, paseando por Torrijo de la Cañada.
«Nos lo pusieron todo muy bonito y luego no fue así»
JESúS MACIPE

Primero buscaron nuevos vecinos para frenar la despoblación del medio rural aragonés y ahora que tienen más de medio centenar de familias interesadas en trasladarse a un pueblo, lo que se necesitan son municipios que oferten alternativas.


La Asociación contra la Despoblación lleva trabajando un año para poner en contacto a potenciales pobladores con localidades dispuestas a recibirlos. Y lo hacen, sobre todo, mediante voluntarios que, a través de su página web, gestionan una bolsa de alquiler de viviendas, ofertas y demandas de puestos de trabajo o proyectos para emprendedores.


«Ahora tenemos muchas familias, pero necesitamos pueblos que quieran alojar a estos nuevos vecinos», explica Javier Pérez, impulsor de esta iniciativa. En este proyecto trabajan voluntarios individuales, no municipios ni entidades sociales. Además, recientemente han puesto en marcha también el perfil Sos Mundo Rural en la red social Facebook. A través de esta vía también reciben propuestas de las partes, sobre todo de gente interesada en desplazarse a un pueblo. De momento, suman ya 175 amigos.


«La situación ha dado la vuelta. Antes eran los pueblos los que hacían propuestas para atraer a gente y ahora son muchas más las personas que buscan una oportunidad en el medio rural», apunta Javier Pérez. «La mayoría de la gente está en situación desesperada y buscan alternativas de vida en el medio rural -añade-. Aunque no se es esta la única tipología de personas que contactan con la asociación. Hay gente que puede considerarse rural convencida y que busca un pueblo porque le gusta ese tipo de vida».


La primera zona en la que empezaron a trabajar fue el entorno de Calatayud porque es de la que provienen algunos de los impulsores. Y precisamente en Torrijo de la Cañada, municipio de la comarca Comunidad de Calatayud, se instalaron las dos primeras familias. Una de ellas se trasladó desde Málaga hace cuatro meses. También en la provincia de Zaragoza esperan que se instale una nueva familia en el entorno de Daroca (el pueblo todavía está por determinar).


Aunque no han sido estos los únicos lugares en los que han sumado vecinos. En Ródenas, en la provincia de Teruel, una pareja regenta desde hace unos meses el restaurante del pueblo. Además, durante medio año, una mujer estuvo viviendo en Torla (Huesca), donde acudió con un contrato de trabajo de seis meses.


La Asociación contra la Despoblación conocía propuestas como la de Aguaviva, en Teruel. Y, precisamente, se sirvieron de ella para hacer los primeros contactos. La Asociación Española de Municipios contra la Despoblación colaboró en el envío de un 'mailing' a sus asociados para informar de la primera oferta en Torrijo.

 

Crece la demanda por la crisis

La crisis ha disparado la búsqueda de oportunidades en el mundo rural. Por eso, los expertos advierten de que hay que ser consciente de lo que supone vivir en un pueblo y de las dificultades que puede haber para integrarse.

Tras la experiencia del pasado verano en Castelnou (Teruel), en la que se hizo un llamamiento en internet para atraer vecinos, el gerente del Grupo de Acción Local Bajo Aragón-Matarraña (Omezyma), Joaquín Lorenzo, informó a este periódico de que a diario reciben llamadas y correos electrónicos de gente desesperada que busca un trabajo donde sea. «Los ayuntamientos que buscan nuevos vecinos no necesitan personas a las que les vaya mal en la ciudad: necesitan emprendedores que sepan lo que es el medio rural y que realmente quieran vivir en él -comenta Lorenzo-. Muchas localidades no tienen en cuenta esto y sus experiencias acaban siendo bastante negativas».