Los ánimos de Miguel Conesa, un agricultor de Calanda, están por los suelos. La pedregada de hace una semana vino en el peor momento. "Ese día mi hermano y yo terminábamos de embolsar el melocotón", explica. Entonces, afectó en torno a un 70% de la producción. La piedra del domingo terminó la faena y al 30% restante le causó daños por encima del 70%. Cayeron piedras de hasta ocho centímetros. Cerca del pueblo, en el paraje conocido como Torre Buñuel, se notaron los destrozos, no solo en los cultivos. "Había ocho coches y tenían siete lunas rotas", explica.

Conesa cree que podrá salvar entre el 20% y el 30% de la cosecha. "Salvaremos poco, el resto será para zumo, pero al precio que lo pagan no sé si vale la pena recogerlo". Como otros agricultores asegura estar "triste". Reconoce que no tenía seguro -"es un robo total", dice- por lo que solo espera que no vuelva el pedrisco y arrase el trabajo de todo un año.

Además de daños, la piedra ha dejado en la zona una polémica con las cifras. Ayer, desde la Denominación de Origen Melocotón de Calanda rebajaron los daños ocasionados por la pedregada del domingo hasta el 15-20%, según las cifras estimativas, ya que hasta final de semana no tendrán las fijas. Dicen, además, que prácticamente el único municipio afectado ha sido Calanda, y un poco también Alcañiz. "Estoy dando datos estimativos, no cerrados, y ellos (los sindicatos) los dan por hecho. Han alarmado a la gente", aseveró el presidente de la Denominación, Samuel Sancho.

De las mil hectáreas que componen la producción de la Denominación en la pedregada de la semana pasada quedaron afectadas 236 hectáreas. "Ahora creo que ha cogido alguna zona más y podemos hablar, aproximadamente, de 250, sobre esas cifras estamos", explicó Sancho.