ELECCIONES 2008

Rudi reclama que la política exterior "se trate otra vez como un pacto de Estado"

La candidata popular cree que "España ha perdido relevancia mundial" con Zapatero.

La cabeza de cartel del PP al Congreso por Zaragoza, Luisa Fernanda Rudi, explicó ayer a los medios de comunicación el programa electoral de su formación en Política Exterior. Rudi lamentó "el fracaso" de las iniciativas de Rodríguez Zapatero en la materia, que "han restado relevancia internacional a España al perder peso en la Unión Europea, perder contacto en las relaciones transatlánticas y tener peores relaciones en el Magreb".


La candidata popular achacó en gran medida ese "deterioro" de las relaciones exteriores a que "Zapatero ha abandonado la política tradicional de abordarlas como un pacto de Estado para probar una política ex novo, rompiendo los consensos tradicionales". Para resolver esa situación, el PP propone, en el caso de ganar las elecciones, que el Gobierno "pacte con el primer partido de la oposición una estrategia nacional para la Política Exterior" basada en "reafirmar la competencia exclusiva del Estado", recuperar "el peso específico y la voz de Espapaña en el mundo" y en "la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático como objetivo básico".


Rudi lamentó que el PSOE "haya rehusado defender los intereses nacionales al renunciar a las ventajas que el Gobierno de Aznar logró en el tratado de Niza y que nos equiparaban con los grandes de la Unión: Alemania, Francia, Inglaterra e Italia". Sobre Estados Unidos, la candidata popular exigió mejorar las relaciones actuales porque "es un país de suficiente potencial como para que las relaciones no se guíen por la simpatía o antipatía del presidente de turno".


Rudi lamentó que Zapatero haya apoyado a los "gobiernos populistas" de Latinoamérica, en alusión a Venezuela, Bolivia y Cuba, y a la vez "haya perdido fluidez en las relaciones con grandes países de la zona". Respecto al Mediterráneo, comentó que los socialistas "han logrado enfadar a los tres actores principales del conflicto saharaui, Argelia, Marruecos y los representantes de los saharauis". En este asunto, propuso volver a la "tradicional política de neutralidad activa".