Compromiso de Caspe

Rudi alude a compromiso y concordia como valores en tierra de pactos

La presidenta ha hecho hincapié en la necesidad de recordar estos episodios históricos para encontrar "motivos para emularlos".

Rudi, durante el pleno en las Cortes de Aragón
La oposición acusa a Rudi de improvisación y de falta de credibilidad
EFE

La presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha aludido hoy a la Concordia de Alcañiz y al Compromiso de Caspe como hechos históricos con valores plenamente vigentes en la sociedad actual, y más en Aragón, una tierra que ha sido "tradicionalmente de pactos".


Rudi ha presidido hoy en Zaragoza la reunión de la Comisión Aragonesa para la Conmemoración del Compromiso de Caspe 2012, que tiene como finalidad organizar las actividades culturales que celebren la conmemoración de estos dos acontecimientos trascendentales en la Historia del Reino y de la Corona de Aragón.


En su alocución ante los asistentes, la presidenta ha hecho hincapié en la necesidad de recordar estos episodios históricos para encontrar "motivos para emularlos".


Los conceptos de "concordia" y "compromiso" deben seguir, a su juicio, muy presentes en las sociedades actuales, como una forma de evitar "las tendencias divisorias que nos amenazan y que en épocas de crisis se hacen más intensas".


El ánimo de estos acontecimientos que Aragón quiere conmemorar debe de servir, ha agregado, para respetar los intereses de los demás pero exigiendo respeto a los propios intereses.


Aragón tiene "una larga historia" sin la que no se entenderían ni la historia de España ni la de Europa y las sociedades actuales deben "apoyarse en ella, pero no refugiarse" porque es en la historia donde, a juicio de Rudi, se puede encontrar "la fortaleza para superar las dificultades".


Por eso, ha defendido que estos hechos históricos "se destaquen, se conozcan y, sobre todo, se enseñen" a las nuevas generaciones, para que sean conscientes de que Aragón es tierra de pactos.


Además, para la presidenta hacer valer estas señas de identidad puede servir para recuperar, o mantener, el acuerdo y la capacidad de liderazgo que son características de Aragón.


Los hechos históricos a los que se refieren estas dos efemérides se fraguaron cuando el 31 de mayo de 1410 el rey de la Corona de Aragón, Martín I el Humano, murió sin descendencia legítima y sin nombrar sucesor al trono, con lo que la Corona quedó entregada a la disputa.


El 15 de febrero de 1412, Cataluña y Aragón firmaron la Concordia de Alcañiz, en la que establecieron que nueve compromisarios, tres por reino, reunidos en la localidad aragonesa de Caspe, deliberarían sobre los derechos de los pretendientes y decidirían cuál debía ocupar el trono, siempre y cuando el elegido obtuviera un mínimo de seis votos y al menos uno de cada reino.


El reino de Valencia no se sumó en un principio a la Concordia de Alcañiz debido a la resistencia militar que impuso Jaime II de Urgel, pero tras su derrota se unió a la Concordia el 27 de febrero de 1412.


Los compromisarios eligieron el Castillo de Caspe, punto equidistante de los tres territorios, para la deliberación, de la que salió proclamado Fernando de Trastámara, luego Fernando I de Aragón, el 28 de junio de 1412.


Para Rudi, ambos son acontecimientos "clave" en la historia de Aragón, y han dejado sentir sus efectos durante seis siglos, hasta el hecho de que el propio Estatuto de Autonomía, cuya reforma entró en vigor en 2007, alude al Compromiso de Caspe como un "hecho de referencia central" en la historia aragonesa.