Roldán quedará libre en marzo de 2010 sin haber pagado la multa de 9,2 millones

Gracias a los límites del Código Penal y a los beneficios carcelarios, cumplirá solo 15 de los 31 años de su condenaEl ex director de la Guardia Civil está jubilado y dice que vive "de su pensión y la ayuda" de su hijo

Roldán quedará libre en marzo de 2010 sin haber pagado la multa de 9,2 millones
Roldán quedará libre en marzo de 2010 sin haber pagado la multa de 9,2 millones
J.M. MARCO

Durante 310 días fue el hombre más buscado de España. Ahora, hasta que se pone el sol, pasea tranquilamente por las calles de Zaragoza. Las noches las pasa en el Centro de Inserción Social (CIS) de Torrero, centro dependiente de la cárcel de Zuera, al que dejará de estar obligado a acudir el 19 de marzo de 2010. Ese día, Luis Roldán Ibáñez cumplirá su condena y habrá saldado todas sus cuentas con la Justicia. Aunque no con el Estado, al que adeuda buena parte de los 9,2 millones de euros que se le impusieron de multa. Será por tanto libre, pero también deudor.

 

El zaragozano fue condenado a 31 años de cárcel por su enriquecimiento ilícito mientras estuvo al frente de la Guardia Civil -entre 1986 y 1993-, periodo en el que se calcula que amasó una fortuna de 30 millones de euros. Sin embargo, los límites del Código Penal y las redenciones penitenciarias permitirán a Roldán dejar la prisión habiendo cumplido tan solo 15 años. Buena parte de su botín salió fuera del país y fue ingresado en paraísos fiscales del extranjero. A día de hoy, el Estado solo ha conseguido recuperar una pequeña parte. Por eso, continúa sin despejarse el interrogante más importante: ¿dónde está el resto del dinero?

 

Según la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, el origen de la fortuna de Roldán estuvo en las numerosas comisiones que cobró a las constructoras que trabajaron para la Benemérita. De hecho, de aquella época datan muchas de las casas cuartel construidas en España. La del barrio zaragozano de Casetas se levantó sobre una sima, y hubo que volar un ala entera poco después de su inauguración. Para engordar sus cuentas bancarias, Roldán tampoco dudó en apropiarse de fondos reservados que estaban destinados a la defensa y seguridad del Estado.

 

Por este poco ejemplar comportamiento, la Audiencia de Madrid condenó en 1998 a Luis Roldán por cuatro delitos: malversación de caudales públicos (8 años), estafa (6 años), cohecho (4 años) y cinco contra la Hacienda Pública (2 años por cada uno). Un año después, el Supremo decidió sumar a la lista uno más: falsedad en documento mercantil, lo que incrementó la primera pena, de 28 años, a 31.

Jubilado y pensionista

"Si yo tuviera dinero, no viviría como vivo ni viajaría en autobús", aseguraba esta misma semana Luis Roldán a los periodistas de HERALDO. Lo hacía en el propio recibidor de su casa, un espacio angosto, de poco más de dos metros cuadrados, presidido por un retrato del Rey, con dedicatoria personal. El ex director de la Guardia Civil confiesa que prefiere "no dar más vueltas a la historia", pero nos permite cruzar la puerta y responde a nuestras preguntas. "Cumpliré mi condena el 19 de marzo de 2010, pero hay un castigo añadido que no dejaré de pagar nunca", asegura. No en vano, desde que se fugó el 29 de abril de 2004, y hasta que fue detenido el 27 de febrero de 2005 en Tailandia, no hubo nadie en este país que no supiera quién era Luis Roldán. Y hoy, aunque arrastra 15 años más y su salud se ha deteriorado, su rostro sigue siendo inconfundible.

 

"Durante el tiempo que llevo en Zaragoza, no recuerdo haber tenido más que un par de incidentes. Han sido muchas más las ocasiones en que me han parado por la calle para darme ánimos", explica. Cuando en 2005 logró el traslado de la prisión de Brieva (Ávila) a la de Zuera, su vida empezó a cambiar. Llegaba con la condición de pernoctar en el CIS de Torrero, pero podía dedicar el día a trabajar como vendedor de seguros. "Ahora estoy ya jubilado y cobro una pequeña pensión. Si no fuera por la ayuda de mi hijo, me costaría salir adelante", dice. Aunque no detalla cuál es el dinero que ahora cobra, explica que "es tan bajo" que no se le detrae ningún porcentaje para seguir saldando su importante deuda con las arcas públicas.

 

"Yo pagué ya la responsabilidad civil con el dinero que se recuperó de cuentas que tenía en el extranjero y el embargo de algunas de mis propiedades. Lo que queda pendiente es la deuda tributaria, unos 700 u 800 millones de pesetas", asegura Roldán. Sin embargo, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias desmiente sus palabras. De hecho, el que todavía es uno de los presos más famosos de España no ha podido acceder al tercer grado y a la libertad condicional porque no ha satisfecho la mencionada responsabilidad civil. La credibilidad de Roldán siempre estuvo en entredicho.