INSTITUTO DE CAMBIO CLIMÁTICO

Referente internacional... si el Gobierno lo permite

El Gobierno ha hecho público el informe de expertos sobre cómo debería ser y funcionar el centro, pero todo depende del presupuesto.

El I2C2 deberá constituirse en un referente nacional e internacional en el ámbito de la I+D+i en cambio climático para contribuir a incrementar la excelencia y visibilidad internacional de la investigación española y para dotar a las administraciones públicas, al sector productivo y a la sociedad del mejor conocimiento posible para afrontar los retos y oportunidades que presenta el cambio climático".


Este es el ambicioso reto que el grupo de expertos que ha asesorado al Gobierno central en el diseño del Instituto de Investigación sobre Cambio Climático (I2C2) ha fijado como objetivo a medio y largo plazo para el nuevo centro de investigación que se va a instalar en Zaragoza. El Ministerio de Ciencia e Innovación y el de Medio Ambiente han hecho pública la propuesta que esos 15 científicos españoles de primer nivel elevaron a finales del año pasado, y el documento confirma que si de verdad se quiere crear un organismo puntero, hace falta financiación.


De momento, el centro acumula ya un año de retraso respecto a los primeros plazos dados por el Gobierno. Además, no se sabe nada de su financiación, y en los Presupuestos del Estado de este año solo cuenta con una partida de 75.000 euros. Como ya publicó este periódico, el I2C2 solo ocupará una de las tres plantas del pabellón de España en la Expo, y en ese espacio no habrá laboratorios.


La propuesta del grupo de expertos, del que formó parte el aragonés Rafael Moliner, explica que el centro debería actuar "como un núcleo de referencia en torno al cual se conectarán y potenciarán capacidades ya existentes". Además, también tendría que servir para desarrollar "nuevas interacciones con las administraciones públicas, el sector privado y la comunidad internacional".


De cumplirse, esa doble misión permitiría consolidar en el Instituto "un contingente de investigadores y especialistas con suficiente masa crítica, capacidad transdisciplinar y diversidad temática para abordar las múltiples facetas del cambio climático". El documento cifra el número de científicos del I2C2 en "más de un centenar".


Siempre según la propuesta, el centro se debería estructurar en tres áreas: una de gestión; otra dedicada a la transferencia del conocimiento, que atendería las solicitudes de asesoramiento científico de las administraciones públicas, del sector empresarial y de otras instituciones relevantes; y una tercera dedicada propiamente a la investigación.


Esa última área contaría con tres tipos de investigadores: los propios -residentes-, los asociados -que pertenecerían a otros centros pero tendrán una vinculación formal- y los que colaborarían de forma ocasional.


Tanto los científicos residentes como los asociados deberían ser elegidos mediante procesos de selección en los que participen reconocidos expertos internacionales. Una vez elegidos, se repartirían en seis ejes de investigación sobre el cambio climático: 1) fundamentos científicos; 2) impactos; 3) soluciones tecnológicas; 4) respuestas integrales; 5) líneas de investigación de alto riesgo; y 6) aplicación del conocimiento adquirido en los otros cinco ejes.