Políticos 2.0, del 'tuit' a las urnas

Eva Almunia (PSOE) cuelga en Twitter sus fotos en Calanda, durante la Semana Santa. Pocas horas antes, Luisa Fernanda Rudi (PP) avisa con un 'tuit' de que al día siguiente enumerará sus propuestas económicas y José Ángel Biel (PAR) habla de su encuentro con una asociación. Son solo tres de todos los políticos que se han sumado a la fiebre de la Política 2.0.

Barack Obama fue el precursor. Él logró llevar a los votantes desde su pantalla hasta las urnas porque su equipo entendió que las redes sociales no son el fin, sino la herramienta para lograr la movilización del electorado. Pero el juego 2.0 tiene sus propias reglas: el candidato debe asumir que corre un riesgo al hacerse tan accesible y exponerse a la crítica y también un compromiso con sus seguidores. Su 'marca' debe rezumar coherencia y transparencia y, para ello, la campaña debe estar bien diseñada.

En Aragón, todos los cabezas de lista a las próximas elecciones se han asomado a Twitter o Facebook, y también muchos de los integrantes de sus partidos. La mayoría tienen un equipo detrás, y hacen bien en no ocultarlo, porque en las redes sociales no se perdona la falta de transparencia. Incluso es frecuente que los internautas recriminen a los políticos que no lleven ellos mismos sus cuentas. «La coherencia es fundamental. Si aseguras que tú llevas tu cuenta y mientras das un mitin alguien está lanzando 'tuits' en tu nombre, estás traicionando la confianza de tus seguidores, y posibles votantes», explica Elena Manterola, experta social media.

Cómo se presentan

En Twitter, José Ángel Biel (PAR) y Adolfo Barrena (IU) se presentan claramente en tercera persona como candidatos a la presidencia del Gobierno de Aragón. No obstante, Eva Almunia (PSOE), Luisa Fernanda Rudi (PP) y Nieves Ibeas (CHA) lanzan su bienvenida en primera persona, si bien Almunia ha concretado que de su twitter se encarga ella, aunque su equipo le ayuda en el resto de redes sociales.

No es común, pero algunos de ellos u otros miembros de su partido se han enzarzado a veces en debates sobre la ciudad (eso sí, de 140 caracteres como máximo). Juan Martín (CHA) es uno de los más activos e incisivos con sus colegas de otros partidos. No hace mucho, y tras un 'tuit' en el que recriminaba al PAR su falta de credibilidad, Elena Allué dejaba otro dardo en la cuenta del político de CHA: «Chico, Juan, creo que estáis demasiado obsesionados con nosotros. Relájate, anda. Nos ves a nosotros poniéndote tuits?». En otra ocasión, y cuando un periodista bromeó sobre el hecho de que el candidato Biel hablara en tercera persona en su propio twitter, el equipo del PAR quiso aclarar la discusión: «Lo hemos dicho muchas veces, este es el twitter de José Ángel Biel y su equipo».

En definitiva, los políticos aragoneses no se mueven mal en este terreno, aunque pueden mejorar. «En Aragón se ha evolucionado mucho y se está trabajando bien en general, pero hay que seguir avanzando. Los candidatos deben escuchar más y entender mejor la red como herramienta para generar confianza. Para eso, deben conversar. Y, sobre todo, no abandonar sus cuentas el 23 de mayo», asegura Carlos Gutiérrez, experto en política y redes sociales. «Es vital que sean conscientes de la importancia de esta herramienta y que tengan un equipo de expertos detrás», añade Gutiérrez, que ha elaborado un decálogo sobre lo que se debe hacer en Social Media Político.

Del blog al tiempo real

Rubén Vinagre, responsable de comunicación de Gnoss.com, insiste en las posibilidades del entorno 2.0. «En 2007, todos los candidatos abrían un blog que habitualmente caducaba el día después de las elecciones. Acudían a los videochats que proponían los medios locales o construían su avatar en Second Life. Pero la campaña de 2011 ha sido una revolución: el blog pierde peso a favor de la comunicación inmediata que ofrecen Facebook y, sobre todo, Twitter, que por su simplicidad y fácil adaptación a los dispositivos móviles, es el favorito. Otra cosa es que se sepa utilizar», aclara.

Y este es el reto. Hay quienes no entienden que estar en las redes supone interactuar: colgar la agenda de actos no es atractivo ni cumple con las expectativas del internauta. Tampoco se puede inundar las cuentas de los seguidores con comentarios redundantes que no aportan nada. Y es necesario elegir con quién se mantiene el contacto, en qué medio y con qué objetivo.