SANIDAD

Pediatras del Servet hacen guardias en el hospital de Teruel por falta de médicos

En 5 meses, la plantilla del área Infantil del Obispo Polanco ha pasado de 7 a 5 facultativos, y solo 3 pueden estar de noche

Pediatras contratados por el Miguel Servet de Zaragoza se desplazan periódicamente al Hospital Obispo Polanco de Teruel para hacer guardias y suplir así la falta de médicos que, al igual que otros servicios del centro turolense, padece desde hace tiempo el área de Infantil.

 

La medida, puesta en marcha desde finales de agosto, ha sido muy bien acogida por los pediatras turolenses. No obstante, diversas fuentes médicas indicaron ayer que debe considerarse solo como una solución "temporal" y apuntaron a que tarde o temprano el Gobierno aragonés tendrá que resolver el problema definitivamente.

 

En solo cinco meses, la plantilla del Servicio de Pediatría del Obispo Polanco ha pasado de siete facultativos a cinco y, de estos últimos, solo hacen guardias tres, pues los otros dos han cumplido 55 años y están exentos de esta carga. "Resultaba imposible cuadrar las jornadas sin que los especialistas hicieran más horas de las debidas. Cada médico tenía que cubrir 10 guardias al mes y eso es una barbaridad", manifestaron fuentes médicas.

 

Hasta la fecha, son dos pediatras jóvenes, un hombre y una mujer, los que se turnan para desplazarse desde Zaragoza a Teruel y hacer guardias en el Obispo Polanco. Van y vienen en el día, pues su tarea es atender la planta de hospitalización de Pediatría desde las tres de la tarde hasta las ocho de la mañana del día siguiente, momento en el que empiezan a trabajar los médicos de plantilla.

Esfuerzo

Las mismas fuentes médicas destacaron el esfuerzo que realizan los dos pediatras de Zaragoza para poder hacer las guardias en Teruel. Sobre todo, si se tiene en cuenta que no existe un tren directo entre las dos capitales aragonesas y que la frecuencia del ferrocarril en la provincia es muy escasa. Por ejemplo, uno de los facultativos no conduce y llega a la capital turolense en autobús de línea a las doce del mediodía, tres horas antes de empezar su guardia.

 

Sin embargo, tanto el Salud como los dos hospitales, el Miguel Servet y el Obispo Polanco, han alcanzado este acuerdo y los pediatras que se incorporan al centro hospitalario zaragozano se desplazan a Teruel.

Fuentes médicas consultadas destacaron que la medida ha sido posible gracias al apoyo de José Ignacio Castaño, el director de Atención Especializada del Salud, quien, a su vez, estudió la solución con la dirección del Servet.

 

Antes, el Servicio de Pediatría del Obispo Polanco había intentado por todos los medios resolver el problema. Primero, se anunciaron las plazas que habían quedado vacantes tras la marcha voluntaria del jefe del Servicio y el jefe de Sección -los doctores Labay y Valle- quienes quisieron de esta manera permitir la entrada a pediatras jóvenes con un buen contrato y no con un simple acuerdo para hacer guardias. Al llamamiento respondieron dos médicos colombianos, uno cubano y dos argentinos, pero no se ha concretado todavía nada con ellos. Desde el Servicio, se propuso también integrar en las guardias a los pediatras de Atención Primaria, pero no fue posible.

 

Fuentes médicas lamentaron ayer la falta de especialistas que existe en el Obispo Polanco y reclamaron "incentivos" para los profesionales que decidan instalarse en la capital turolense.

 

No solo Pediatría es deficitaria de médicos en Teruel. Neurología, Cardiología, Traumatología, Oftalmología y Ginecología necesitan más profesionales. En esta última especialidad se registraron antes del verano dos bajas imprevistas -una por defunción y otra por enfermedad- que obligaron a posponer un buen número de pruebas y consultas que ya tenían fecha.

 

"Las plantillas del Obispo Polanco están tan justas, cuando no incompletas, que a la menor ausencia de un médico se produce un grave problema", señalaron fuentes sindicales.