EN TIEMPOS DE CRISIS

Para comer por tres euros hay que ser diputado

Los menús del día en Zaragoza rondan los 10 euros, pero hay lugares que bajan la media. Suelen ser comedores de instituciones en los que a veces se 'cuelan' clientes de fuera. El más barato, el de las Cortes.

En una época en la que hay que cuidar cada céntimo, Zaragoza esconde lugares donde se puede comer por menos de seis euros. La mayoría son comedores privados de empresas, instituciones o de determinados colectivos sociales; otros, pese a tener esta condición, tienen un filtro con grandes agujeros por donde se cuelan clientes de fuera que aprovechan los precios ventajosos para ahorrar un poco; unos terceros, los menos, son restaurantes que mantienen sus precios en las antiguas mil pesetas.


Uno de los lugares más baratos de Zaragoza es el comedor de las Cortes de Aragón. Allí, diputados, funcionarios y trabajadores de La Alfajería cuentan con un delicioso menú por solo tres euros. Según estimaban ayer en la cafetería que lo sirve, cada uno cuesta 13 euros; la diferencia la subvenciona las Cortes, que destina una partida anual a este concepto. Los interesados compran en la tienda un bono que luego entregan en el comedor.


Todos los días comen, según estima el servicio de restauración, entre 60 y 70 personas, que eligen entre cuatro primeros, cuatro segundos y cuatro postres, todo regado con agua y vino. Ayer, los diputados pudieron elegir entre cardo con besamel, ensaladilla rusa, espaguetis a la boloñesa y sopa de verduras, de primero; churrasco a la parrilla, cordero guisado, lubina al horno o gallo a la plancha, de segundo; natillas, tarta de queso, cuajada o fruta, de postre. Todo ello, por tres euros. Además, todos los días está señalado el menú más apropiado para los que se quieran quitar los kilos que sobran. Ayer, sopa, gallo a la plancha y fruta.


Es complicado encontrar precios así, por muchas subvenciones que reciban empresas e instituciones. Por ejemplo, en el comedor del Pignatelli cobran 6,53 euros. Teóricamente está reservado para trabajadores, pero habitualmente comen ciudadanos que acuden a hacer trámites.


Uno de los que más se acerca a los precios de las Cortes es el recién estrenado comedor del Centro de Convivencia para mayores de La Jota, dependiente del Ayuntamiento. Cuesta 3,5 euros, claro que no tiene nada que ver con el que disfrutan los diputados. Hay un primero, un segundo y un postre, con agua del grifo filtrada. Ayer, los mayores tuvieron menestra de verduras salteada, lomo a la riojana y un lácteo de postre. El menú cuesta en realidad cinco euros, pero el Ayuntamiento subvenciona el pago de 1,5 euros.


Los mayores tienen también la opción de comer en los Hogares dependientes del Instituto Aragonés de Servicios Sociales de la DGA. Ayer, en el Hogar de la calle Boterón, los mayores tuvieron sopa de cocido, lomo empanado y yogur. Por ese menú único, los mayores pagan cinco euros, dos más que los diputados en las Cortes. En este hogar ponen medio centenar de cubiertos todos los días.


Universidad y hospitales


Los universitarios también disfrutan de precios asequibles. En los seis comedores de la Universidad de Zaragoza comen todos los días alrededor de un millar de personas, con precios que rondan los cinco euros. Algunos, como el de Filosofía y Letras, tienen bonos de diez comidas por 39 euros para los estudiantes. "La mayoría son estudiantes y profesores, pero también viene bastante gente de fuera que aprovecha para comer barato", contaba una camarera de Filosofía y Letras. Allí, Maartje y Nele, dos belgas estudiantes de Erasmus, opinan que el precio es "muy barato" y las raciones, "muy grandes"; en su país, cuentan, solo comen un plato. Sin embargo, Ángel Gabete, estudiante de Químicas, opina que el mejor restaurante es "el de matemáticas, aunque no cabe mucha gente".


Los hospitales también cuentan con menús a buen precio. En el Clínico dan a diario alrededor de 600 raciones, por las que cobran 5,05 euros a los clientes de fuera y 3,38 a los trabajadores. Carlos Abad, responsable de la cafetería, observa que, sea o no por la crisis, "entra gente de fuera, que no son familiares. Sobre todo los domingos". En el Miguel Servet, los trabajadores pagan 3,27 euros, por los 7,52 que abona el resto.


Un caso excepcional, al alcance de todo el mundo y sin tener que 'colarse', es el del Café España de la plaza del Pilar. Sus dueños siguen manteniendo el menú a seis euros. "No hay un lugar más barato en todo Zaragoza", comentaba ayer la octogenaria Felisa Sanz, una habitual del establecimiento.