TRÁFICO/ARAGÓN

Nuez y Villafranca amenazan con movilizarse si no reciben soluciones

Los alcaldes lo tienen claro: es muy urgente liberar el peaje de la autopista AP-2 para camiones, pero también lo es que se agilice la conversión en autovía de la N-II. Saben que la segunda opción llevará más tiempo y, por eso, los representantes municipales de Nuez y Villafranca amenazan con movilizarse si después del verano todavía no se ha liberado la autopista. Quieren formar una plataforma por un trazado alternativo.


Tanto estos ediles como el alcalde de Alfajarín llevan años reclamando que se convierta en una carretera de cuatro carriles la nacional que sigue cobrándose cada día nuevas víctimas. Pero ahora, unos y otros no se ponen de acuerdo sobre el trazado. Los ediles de Nuez y Villafranca abogan por una alternativa para la autovía que no acabe con su agricultura, mientras el de Alfajarín pide que sea Fomento quien decida, pero que no se retrase más el proyecto.


"Me parece muy bien que se libere el peaje, pero no quiero que eso retrase el desdoblamiento", añade Santos Miguel Moliner, alcalde de Alfajarín (PAR). El edil asegura que el municipio se verá muy afectado con esta medida, ya que cuando se colapsa la autopista o hay algún accidente siempre desvían el tráfico por la travesía. "Pedimos que arreglaran el firme y que señalizaran mejor los pasos de peatones de la travesía, pero no nos han hecho caso", añade el alcalde. Además, asegura que en el caso de que se libere el peaje, exigirá que se coloquen pantallas de protección acústica que eviten las molestias que sufren los vecinos de las viviendas más próximas a esta infraestructura.


Para José Luis Almorín, alcalde de Nuez de Ebro, liberarla es "tan sencillo como que pongan la pasta", comenta en un coloquio informal. Pero su lucha ahora se centra en que la autovía no arrase la agricultura de un pueblo en el que el 35% de los vecinos se dedican a ello como único medio de vida. "Barajamos hacer una plataforma por un trazado alternativo. Lo pondremos en marcha a la vuelta de vacaciones", añade. Almorín exige a los políticos que dejen de pasarse la patata caliente y den una solución: "La DGA dice que debería pagar la liberación del peaje Fomento y estos últimos que los otros y, al final, nosotros aquí seguimos igual".


El concejal de Urbanismo y segundo teniente de alcalde de Villafranca, José Ángel Barat, defiende la misma idea. Sabe que las alegaciones retrasarán el proyecto de la autovía y pide que mientras se libere el peaje: "El dinero es el dinero, pero los muertos no deberían tener un precio", dice Barat. Además, aprovecha para reclamar a Fomento que se haga cargo de los gastos que supuso la reforma del pavimento en algunas calles del pueblo tras el deterioro que sufrió como consecuencia del desvío de camiones por el interior, algo que ocurrió por un accidente registrado el año pasado en la N-II. "Nos estamos planteando medidas de presión de primera línea con otros alcaldes. Solo queremos que nos hagan caso", concluye el concejal.