REVUELTA EN EGIPTO

«Nos preparamos para pasar nuestra segunda noche en el aeropuerto de El Cairo»

Treinta jóvenes zaragozanos llevan más de 24 horas atrapados en el aeropuerto de El Cairo y sin saber cuándo podrán salir. Son estudiantes de Medicina de la Universidad de Zaragoza, que están celebrando el fin de carrera, y se han visto afectados por las revueltas en Egipto.


El lunes 24 viajaron a Egipto, en un viaje contratado con una agencia de Zaragoza, y tenían previsto estar hasta el próximo lunes 31. «Llegamos a Luxor y desde ahí fuimos cuatro días en crucero hasta Asuán. Ahí estaba todo muy tranquilo y el guía nos decía que no pasaba nada. El viernes volamos de Asuán a El Cairo. Llegamos al aeropuerto a las cinco de la tarde y ya no nos dejaron salir. La Policía había cerrado todas las puertas», cuenta Raquel Murillo, zaragozana de 24 años, una de las afectadas.


Los estudiantes de Zaragoza se encontraron con las entradas del aeropuerto bloqueadas, mucha desinformación y los teléfonos sin funcionar. «Ayer habían cortado todas las comunicaciones, no podíamos llamar a ningún sitio. Nuestros guías no nos daban información. Finalmente a las 12 de la noche pudimos llamar desde la oficina de Iberia», señala.


Los zaragozanos están con otros ciudadanos españoles en una situación similar. Desde las cuatro de la tarde, hay otra vez toque de queda. «Nos preparamos para la segunda noche en el aeropuerto. Nadie nos ayuda, hay mucha desinformación. Desde que llegamos solo nos han dado un bocadillo. Ni siquiera tenemos mantas», afirma Raquel.


Los estudiantes se quejan de la falta de ayuda. «Por la mañana hemos hablado con la Embajada española en El Cairo. Nos han recomendado que fuéramos a los hoteles. Pero la Policía no nos dejaba salir, porque decía que era muy peligroso. También hemos hablado con el Ministerio de Exteriores. Nos han dicho que no nos pueden poner un avión porque no es una situación de emergencia», cuenta.


El grupo tiene billete de vuelta para el lunes a las 20.30 (hora egipcia, una más que en España). «Nos queremos ir ya, pero no sabemos si nos cambiarán los billetes. Tampoco sabemos si los vuelos operan con normalidad. Esta mañana hemos visto que han cancelado alguno», añade este joven.


«El aeropuerto está tranquilo, con Policía, pero estamos lejos del centro. Nosotros estamos bien, pero un poco bajos de ánimo y muy nerviosos», subraya.