La localidad zaragozana de Murero ha recordado con emoción al cabo de la Guardia Civil Luis Aragó Guillén, que hace veinte años fue asesinato por la banda terrorista ETA cuando contaba con 28 años. En el último día de las fiestas de la localidad, la Asociación Víctimas del Terrorismo y la Guardia Civil le han rendido su primer homenaje en la localidad en la que nació, en la que todavía viven sus padres y algunos familiares.

Su hermano Gregorio Aragó ha asegurado que a pesar del tiempo transcurrido la familia todavía sigue «deshecha» y él mismo no ha podido hacer declaraciones a los medios desplazados hasta el municipio preso de la emoción.

Según Gregorio Aragó, que tenía 32 años cuando falleció su hermano, el sentimiento que les ha embargado durante el acto es como si el atentado «hubiera pasado la semana pasada». «Había que pasar este rato», pero «sigue siendo duro» recordar los hechos y las vivencias de su hermano, que hoy han compartido con el resto de la familia, ha explicado.

Gregorio Aragó todavía se sorprende del cariño con que la gente recuerda a su hermano y de hecho la mayoría de los vecinos del pueblo, varios cientos debido a la celebración de las fiestas, han acudido al homenaje, durante el que se ha descubierto una placa en su memoria.

Luis era un joven al que le apasionaba el periodismo pero enfocó su vida a la Guardia Civil, una profesión en la que dejó su vida, un 16 de marzo de 1991, por la explosión de un artefacto, al paso del coche en el que regresaba de una comida con otros tres compañeros en San Sebastián.

Luis Aragó había estado destinado en el destacamento de Tráfico de la Guardia Civil en Cariñena (Zaragoza) y fue trasladado al País Vasco tras superar el curso de cabo.