Tranquilo, resignado y sorprendido, el ex presidente del PAR, fundador y actual senador autonómico, José María Mur, tildó la medida que le había impuesto el partido minutos antes (suspensión cautelar de militancia y expediente sancionador que podría acabar en expulsión) de "absolutamente desmesurada, injusta e inapropiada". "No sabía que ir a una cena de amigos podía ser causa de expulsión, supongo que habrá más razones", ironizó Mur, que dijo no arrepentirse. "No tengo conciencia de haber cometido ningún delito", insistió el senador, que aseguró que irá a los tribunales. Anunció que seguirá siendo del PAR "aunque no exista" y descartó crear un nuevo partido. No obstante, señaló: "El PAR es indestructible, no creo que lo destruya ni la actual dirección". Precisamente, sus críticas a la forma de dirigir el partido y su apoyo al ex alcalde de Teruel, Miguel Ferrer, le han costado un expediente. "Si pedir que se cumplan los Estatutos (en referencia a la celebración de un congreso) es ser crítico, soy crítico pero dentro de la legalidad", justificó. También resaltó la falta de comunicación con Biel, con el que -dijo- haber intentado hablar durante cinco meses sin éxito. Y dio una explicación final: "El que molesta siempre es mejor tenerlo lejos. Yo supongo que molestaba".