OPERACIÓN SALIDA

Muere en un accidente que causó poco después de ser denunciado por ir ebrio

Fue detenido en Cella a las 3.00 y su coche inmovilizado, pero lo volvió a coger y a las 3.30 chocó con otro en Santa Eulalia y originó dos heridos. Una niña de 13 años murió en otro siniestro en Villarreal de Huerva.

Muere en un accidente que causó poco después de ser denunciado por ir ebrio
Muere en un accidente que causó poco después de ser denunciado por ir ebrio
PEDRO ETURA/APG

La inconsciencia de un conductor le costó ayer la vida y casi se lleva por delante la de otras cuatro personas. J. L. C. S., de 48 años, vecino de la localidad turolense de Santa Eulalia del Campo, en Teruel, falleció en un accidente de circulación que causó en Villarquemado apenas media hora después de que la Guardia Civil le hubiera detenido por circular en estado ebrio.

Los agentes lo interceptaron a las 3.00 cuando circulaba por la N-234, a la altura de Cella. Tras comprobar que superaba la tasa de 0,65, instruyeron diligencias contra él por un delito contra la seguridad vial, inmovilizaron su vehículo y lo citaron para que compareciera en un juicio rápido. A pesar de ello, J. L. C. S. cogió el coche quebrantando la medida de seguridad impuesta y a las 3.30, en el kilómetro 143,200, a la altura de Villarquemado, chocó frontalmente con un turismo en el que viajaba una vecina de esta localidad y tres jóvenes, de entre 32 y 33 años, entre ellos su hijo. La mujer, C. S. B., de 59 años, acababa de recoger a los tres a la salida de una boda, ya que su hijo la llamó para que fuera a buscarlos porque habían bebido y no estaban en condiciones de conducir.

A consecuencia de la colisión, J. L. C. S. falleció en el acto y resultaron heridos graves J. C. G., de 32 años, vecino de Jaca (Huesca) y J. S. S., de 33 años, hijo de la conductora. El otro ocupante, T. O. P., de 32 años y vecino de Villarquemado, y la mujer sufrieron lesiones leves.

Cuando, como en casos como este, se intercepta en la carretera a un conductor ebrio se levanta un acta de inmovilización de su coche y, si hay cepo, se pone uno para evitar que se lo lleve. Si no, se le dice al conductor que avise a alguien para que vaya a buscarlo o que cuando esté en condiciones, llame a un número de teléfono y una pareja de atestados irá hasta el lugar y le hará la prueba de alcoholemia para comprobar que puede ponerse de nuevo al volante y le dejará marchar. Sin embargo, en cuanto la patrulla se marchó del lugar, J. L. C. S. desobedeció la orden, se montó en el coche y se lo llevó. Entonces no sabía que le quedaba media hora de vida.

Los vecinos de Santa Eulalia lamentaron ayer lo ocurrido y recordaron que el fallecido estaba pasando por una mala época ya que hacía unos 20 días que había muerto su mujer. J. L. C. S., que no tenía hijos, trabajaba para el Ayuntamiento de la localidad turolense y el año pasado había hecho un curso de albañilería del Inaem.

El de ayer fue un mal día en las carreteras aragonesas ya que al siniestro citado hay que añadir otro en el que murió una niña de 13 años y otras cuatro personas resultaron heridas graves. El percance se produjo a las 22.30 del sábado en la A-23 (autovía Mudéjar), a la altura de Villarreal de Huerva, localidad zaragozana de la comarca del Campo de Daroca.

La menor, Chayanne V., viajaba en un vehículo Chevrolet Aveo, matrícula francesa AV786CG, que se salió de la vía por el margen derecho y, posteriormente, colisionó con una arqueta de hormigón, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón.

El turismo iba conducido por Muriel T., de 55 años, y ocupado por Beatrice L., de 48, Gaetan V., de 43, y Malory L., de 29, todas ellas de nacionalidad francesa.

Al parecer, la causa del siniestro, ocurrido en el kilómetro 219,3 de la A-23, se debió a un microsueño que sufrió la conductora. Se denominan así a los períodos muy cortos de sueño -pueden durar desde una fracción de segundo a medio minuto- causados por la fatiga y el cansancio.

Huesca tampoco se libró de los accidentes de tráfico aunque en esta ocasión no fueron mortales. Una mujer de 32 años, de nacionalidad colombiana, resultó herida grave en un percance ocurrido en la carretera A-135, en el municipio oscense de Broto. El siniestro se produjo sobre las 2.00, en el kilómetro 0,400 de la A-135, que va de Broto (N-260) al Parque Nacional de Ordesa, al salirse de la vía el vehículo Renault R 19 GTS, con matrícula Z-3060-AK, chocar contra un talud y volcar posteriormente. Según informaron ayer fuentes de la subdelegación del Gobierno en Huesca, a consecuencia del vuelco sufrió lesiones graves la pasajera M. L. G. A., de 32 años, mientras que el conductor y otro ocupante del turismo salieron ilesos.