DEFENSA

Militares de Zaragoza se desplazan a Afganistán para una misión de alto riesgo

El contingente, de 83 efectivos, permanecerá cuatro meses en el país realizando actividades logísticas.

La Unidad Logística A/R 19 desfila delante de sus familiares en la ceremonia de despedida.
Militares de Zaragoza se desplazan a Afganistán para una misión de alto riesgo
josé miguel marco

La Agrupación de Apoyo Logístico 41 (AALOG 41), con sede en Zaragoza, despidió ayer a 83 militares, la mayoría pertenecientes a este grupo, que entre finales de este mes y principios de noviembre viajarán a Afganistán. Allí permanecerán cuatro meses proporcionando apoyo logístico a las tropas españolas desplegadas en las provincias de Herat, Badghis y en la capital, Kabul. El teniente coronel Joaquín Ruiz, al mando de la unidad, explicó que se trata de una misión con un "riesgo acentuado".

 

Su labor se enmarca dentro de la ASIF, una operación de apoyo al gobierno afgano para dotar de estabilidad al país. Sin embargo, se encuentran en un territorio difícil y, según explicaron fuentes militares, "que sea una misión humanitaria no quiere decir que no tengan que entrar en combate en algún momento determinado".

 

La ceremonia de despedida tuvo lugar en el acuartelamiento Capitán Mayoral, sede de la AALOG 41. Allí se concentraron los miembros de la Unidad Logística R/A 19, todos portando el traje árido que lucirán en territorio afgano. De los 83 militares, 10 son mujeres, 18 proceden de otros países, y 62 son aragoneses o residentes en esta comunidad. Todos ellos, voluntarios.

 

Les quedan pocos días antes de partir y la ilusión no les falta. "A los militares nos gustan las misiones, nos preparamos para esto", comentó el teniente coronel Ruiz. Para este caso en concreto empezaron a prepararse en enero. Todos estos meses les han dotado de la capacidad necesaria para adaptarse a las exigencias de una misión así, según señaló el general Pinto, al mando de la Fuerza Logística Operativa 2. También les ha permitido familiarizarse con su cometido: abastecer, mantener y reparar los recursos que lleguen a Afganistán para las tropas españolas.

 

Pero estas experiencias aportan algo más. Para el brigada de artillería Rafael Monserrat, esta será su octava misión. El brigada confesó que lo que le hace volver allí cada vez que puede son las experiencias personales que se viven. "En Kosovo nos quedábamos sin comer para darle los alimentos a la gente", explicó. Con él coincide la soldado Cristina Navarro: "Poder ver cómo los niños te lo agradecen no tiene precio". Para Mariela Cóndor, nacida en Ecuador, esta será su primera misión. Le ha tenido que explicar a su hijo de 9 años que se va a reconstruir casas y a repartir alimentos.

 

Ninguno de ellos habla de miedo. El teniente coronel Ruiz lo define como "un estado de ánimo que te hace estar más alerta". Quienes también permanecerán muy atentos a lo que pasa en Afganistán serán las familias de los desplazados hasta allí. María Eugenia lleva 25 años casada con el capitán José Luis López Prieto pero vive esta situación con "resignación". "Cuando llevas tanto tiempo al lado de un militar ya sabes cómo es esta vida", comentó. Aun con todo María Eugenia no pudo contener ayer la emoción.

 

El general Pinto reconoció que las misiones generan mucha incertidumbre, pero quiso tranquilizar a los familiares: "Allí está todo previsto para informaros y apoyaros".