AGUA

Miles de personas se manifiestan en Amposta para paralizar el trasvase

La Plataforma en Defensa del Ebro anuncia que iniciará acciones judiciales en los próximos días para frenar la tubería y pide el apoyo de todos los municipios por donde pasaría. Esperan que ante esta protesta el Gobierno reaccione, que haya un antes y un después.

"No al trasvase del Ebro" fue el grito unánime de las cerca de 30.000 personas, según la organización, que se manifestaron ayer en Amposta en contra de la prolongación del trasvase del Ebro de Tarragona, aprobado ya en 1981, hasta Barcelona. Este grito, que se escuchó sobre todo en catalán, pero también en español, en la voz de cientos de aragoneses, exige una respuesta. Así lo pidió la Plataforma en Defensa del Ebro, que hizo el cálculo de una cifra de manifestantes que para algunos miembros de la Policía Local fue a lo sumo de entre 15.000 y 18.000, después de unas primeras estimaciones de entre 6.000 y 8.000. Su petición es clara: si el Gobierno no responde ante esta manifestación "sin precedentes", iniciarán acciones judiciales para paralizar la tubería.


"Esto tendría que ser un argumento suficiente para frenar el trasvase, que es lo que esperamos de un Gobierno normal", aseguró Manel Tomás, uno de los portavoces de la Plataforma. "Si eso no pasa, pararemos esa tubería y llevaremos la lucha a las comunidades de Cataluña", advirtió al tiempo que apuntó que se adoptarían medidas judiciales. Para ello, pidieron la colaboración de todos los vecinos afectados y municipios desde Tarragona hasta Barcelona por donde vaya a pasar la tubería, una obra que ya se ha adjudicado. Exigen la abolición del decreto-ley porque estiman que "se abre una puerta a todos los trasvases".


Además, pidieron la dimisión del consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar (ICV), por el que muchos de los militantes de las localidades de las tierras del Ebro han abandonado el partido. Hubo representantes territoriales de los grupos de tripartipo catalán, pero sin emblemas. Los catalanes se sienten traicionados por su gobierno y así lo reflejaron en una de las pancartas: "Tierras del Ebro: Calaluña engañada". Los abucheos al presidente de la Generalitat, José Montilla, fueron constantes.


Esta petición fue el colofón de una manifestación que arrancó con algo de retraso, pasadas las 12.00, desde el parque de Xiribecs, junto al Pabellón de Ferias, donde a primera hora de la mañana se organizaron los distintos colectivos. Encabezaron la protesta un grupo de tractores de la Unió de Pagesos, que abrieron paso a la principal pancarta de la organización convocante: "Los trasvases no son la solución", que pasearon por delante de la delegación de Medio Ambiente. El azul fue el color predominante porque gran parte de los participantes vistieron la camiseta con el símbolo del nudo. El color mudó después cuando se sucedieron las pancartas y banderas aragonesas, con Chunta Aragonesista, como el grupo más numeroso.


La cabeza de la manifestación llegó a la plaza del mercado, más de media hora antes de que los últimos comenzaran a salir. Ya para entonces se hablaba de éxito. Sin embargo, los participantes se encontraron con que en el recorrido no se retiraron los coches. La coordinadora de la Plataforma en Amposta, Matilde Font, explicó que el Ayuntamiento, gobernado por CiU, les había "negado el reconocimiento" por primera vez.


La plaza del mercado se quedó pequeña para que todos los manifestantes escucharan los discuros, que tuvieron presente a Aragón. Un papel destacado jugó la Plataforma Metropolitana de Zaragoza, formada por ciudadanos de la zona que residen en la capital. Allí se llevará la lucha. En este momento, aprovecharon para reprochar al gobierno catalán que había organizado una campaña para decir que del Ebro no se sacaría ni una gota, y que no se ha cumplido. En respuesta, el presidente de CiU, Artur Mas, expresó su comprensión a los contrarios al trasvase. "La gente de estas tierras se ha sentido traicionada y engañada por los partidos del tripartito", aseguró. La plataforma ironizó con que solo les faltaba una cosa para desmontar las razones del Gobierno: "Llueve y va a seguir lloviendo".


Amposta volvió a convertirse en el centro del movimiento antitravase después de que en octubre del año 2000 acogiese la primera gran manifestiación en contra del Plan Hidrológico Nacional (PHN) del PP, con 18.000 participantes. "Volveremos a luchar, volveremos a sufrir y volveremos a vencer", se despidieron.