"Hasta ayer yo venía todas las semanas de Barcelona a Zaragoza en AVE para poder ver a mi pareja. Me conozco todas las tarifas web y todas las ofertas posibles, pero, visto lo visto, a partir de ahora tendré que venir a verlo en autobús o en coche, porque, incluso contando la autopista, me saldrá por un coste parecido". Ester Melguizo mostró ayer su enfado al bajar del AVE que la traía a Zaragoza procedente de la Ciudad Condal. Pocos viajeros, alrededor de dos docenas, hicieron parada a las 18.30, en una desangelada estación de Delicias, en la que ayer la afluencia de viajeros fue mínima debido al largo puente festivo.

La mayoría de estos usuarios, que ya conocían la subida de las tasas, mostraron su malestar de forma unánime, sobre todo porque en Aragón, el incremento es de un 10%, más del doble que en el resto de líneas del país.

En los miradores, Pilar Bellizo despedía a su hija que se marchaba a Barcelona después de pasar con ellos las fiestas navideñas. "Desde que está estudiando allí, coge el AVE con mucha frecuencia, porque es un medio de transporte rápido y muy seguro, pero ahora tendrá que mirar un poco más las veces que viene, porque me parece excesiva la subida en el precio, cuando los jornales no suben ni una décima parte", apuntaba.

El pasado jueves, 31 de diciembre, la clase social, económica y política ya rechazó la espectacular subida del 10% en los precios de AVE que une Madrid con Calatayud, Zaragoza y Huesca. Una medida que ayer entró en vigor y que duplica considerablemente el aumento que se ha aplicado al resto de servicios de alta velocidad y larga distancia del país (4%).

Quejas institucionales

Entre las voces críticas, la del Gobierno de Aragón, que ni siquiera fue informado de esta subida. Su consejero, Alfonso Vicente, reclamó otra política de precios si quieren hacer más competitivo el tren, porque "así cada vez es más difícil competir con el autobús". Y criticó que se aplique esta medida en plena crisis económica y con la inflación en mínimos históricos.

Esta misma opinión la compartía otro usuario habitual, Miguel Ángel Ferrández. "Es totalmente injustificable que en medio de una crisis tan grande como la que estamos viviendo ahora, se suban las tarifas un 10%. Lo que deberían hacer es potenciar la política de bonos como se hace en los autobuses. Si no, lo que van a conseguir es que el AVE sea un medio de transporte que únicamente usen los ricos", señaló.

Las asociaciones de consumidores, cámaras de comercio y otras entidades económicas de la región también han mostrado su malestar por esta medida "discriminatoria".

En el ranking de los más agraviados Huesca ocupa el primer lugar, ya que Renfe ha 'castigado' a la ciudad con el mayor incremento de tarifas del país, las mismas que aplica a Zaragoza y Calatayud, y eso que es la única ciudad que cuenta con un solo servicio diario.

El concejal de Desarrollo del Ayuntamiento oscense, Fernando Lafuente manifestó su malestar por las subidas e insistió en que "este incremento está por encima del IPC" y que con esta medida "disuasoria" Renfe "está echando gente a la carretera".

"No se porque se empeñan en hacer anuncios tan bonitos para animar a coger el tren, y luego suben las tarifas sin tener cuenta las dificultades económicas del momento", apuntó Beatriz Ruiz.