SALUD

Mil intoxicaciones etílicas al año en Arágon

Entre los hospitales Miguel Servet y Clínico de la capital aragonesa suman 800. Solo en Alcañiz asisten a unas 60Cuarenta personas con síntomas de haber abusado del alcohol acudieron a la Casa Grande un fin de semana del Pilar.

Los servicios de Urgencias atienden unas mil intoxicaciones etílicas al año
Los servicios de Urgencias atienden unas mil intoxicaciones etílicas al año

Los servicios de Urgencias de los hospitales aragoneses atienden al año entre todos hasta mil pacientes por intoxicaciones etílicas o por abuso de alcohol. Los dos principales centros sanitarios de la capital aragonesa, el Miguel Servet y el Clínico, llegan a asistir a unas 800 personas por este motivo. Pese a que los casos de adolescentes son cada vez más constantes, la edad media de la asistencia se sitúa entre los 25 y los 50 años.

Según datos facilitados por el propio hospital, el personal de Urgencias del Servet (tanto de la General como de Traumatología) diagnosticaron 307 intoxicaciones etílicas agudas en un año (sin contabilizar aquellas que llegan con otras patologías y en las que el consumo de alcohol pasa a segundo plano). El espectro de estos pacientes va desde los 15 hasta los 80 años, aunque un 50% de los atendidos se sitúan en el tramo de edad de los 25 a los 50 años. De esas 307 atenciones, 197 eran hombres y 110 mujeres. Aunque es muy difícil establecer una media por fines de semana, el jefe de la Unidad de Urgencias del Servicio, Pedro Parrilla, reconoce que es llamativo el caso del mes de octubre, cuando se celebran las fiestas del Pilar. "Un fin de semana llegamos a atender a 39 personas", aclara.

Mientras, según datos facilitados por la Unidad de Toxicología del Clínico, los servicios de Urgencias de este centro contabilizan hasta 500 casos por intoxicación etílica y drogas al año (la mayoría alcohol), con dos picos de edad diferenciados: entre los 20 y 25 y otro superior. Al ser centro de referencia, a estas instalaciones llegan también las personas que se niegan a hacerse las pruebas de alcohol en controles de tráfico, por ejemplo. De momento, no se ha notado un incremento de casos a lo largo de los años, según explicó la responsable de la Unidad, Ana Ferrer.

Aunque no se han facilitado los datos de los hospitales San Jorge (Huesca) y Obispo Polanco (Teruel), fuentes del Gobierno de Aragón confirmaron que en Alcañiz se atienden al año unas 60 personas por esta patología y una o dos al mes en el de Barbastro. Así, los servicios de Urgencias podrían asistir en un año a más de mil personas que abusan del alcohol.

¿Qué es una intoxicación etílica?

Es muy difícil delimitar qué se considera como intoxicación etílica. Los propios expertos explican que cada cuerpo es diferente y que también influye la rapidez con la que se ingiera la bebida. Cuando una persona llega a los servicios de Urgencias con síntomas de ingesta de alcohol, permanece en observación para que los sanitarios controlen sus constantes vitales, que no haya complicaciones añadidas y vigilen los vómitos (es peligroso que pueda tragárselos). "Pasan unas horas en observación, pero la mayoría se va a casa a las pocas horas", explica el jefe de la Unidad de Urgencias del Miguel Servet, Pedro Parrilla. De hecho, de las 307 intoxicaciones etílicas del Servet, solo 20 precisaron ingreso.

Normalmente, la mayoría de intoxicaciones etílicas se quedan en una noche de borrachera. Pero existen casos más extremos que deben ser tratados por otras unidades más especializadas dentro del propio hospital, como la de Psicosomática y Psiquiatría de Enlace (dentro del Servicio de Psiquiatría) del Hospital Clínico Universitario. Allí, los alumnos de la Facultad de Medicina realizan incluso prácticas para aprender a tratar a los enfermos alcohólicos. En 2009, este servicio atendió alrededor de un centenar de personas ingresadas que manifestaron problemas de este tipo. Algunos incluso ingresan por otras patologías y se detecta su enfermedad cuando tienen los primeros síntomas del síndrome de abstinencia. "Hay gente que llega por una fractura, por ejemplo, y al no poder continuar ingiriendo alcohol empiezan a notar el nerviosismo o la ansiedad", explica Juan Carlos Marco, coordinador de la Unidad de Psicosomática y Psiquiatría de Enlace del Clínico.

Delírium trémens

Este servicio, en colaboración con Medicina Interna y Digestivo, también trata los casos más graves, los que experimentan lo que se conoce como delírium trémens. Una patología que sufren los bebedores crónicos ante una abstinencia súbita de alcohol. Llegan a una situación límite: con intensa agitación, sudoración, nivel de conciencia fluctuante, temblores, lenguaje incoherente, alucinaciones? En algunos casos incluso se llega a un delirio laboral. "El paciente repite de forma compulsiva algunas rutinas de su trabajo. Por ejemplo, alguien que ha cosido durante toda su vida, repetirá ese gesto", asegura el doctor Marco.

La situación puede llegar a ser tan extrema, que se calcula que entre un 5% y un 10% de los pacientes que sufren delírium trémens pueden llegar a morir. Por ello, es necesario controlar los cuadros más graves lo antes posible. Si es necesario, con un tratamiento farmacológico con clometiazol y con la reposición de vitaminas -especialmente, la B- (el consumo de drogas o de alcohol provoca un mayor desgaste).

Aunque no existe un perfil de este tipo de enfermo, el coordinador de la unidad explica que la bebida se utiliza de "refugio" y en ocasiones esconde una depresión. Recuerda que las estadísticas revelan que hay más varones que recurren al alcohol, pero los casos de mujeres que llevan una vida normal y consumen de forma "discreta y oculta" en sus domicilios aumentan considerablemente.

La Unidad también se ocupa de valorar psiquiátricamente los trasplantes de órganos hepáticos (hígado) que se practican en el Clínico. Entre un 65% y 70% de los trasplantes se realizan en personas que han tenido problemas con la bebida.