AGRICULTURA

Los robos de maquinaria de obra se disparan y provocan importantes pérdidas al sector

Tras sufrir una veintena en un año, las empresas piden vigilancia. Una excavadora llega a costar 600.000 euros.

Las empresas de maquinaria de obra piden a las administraciones públicas que tomen medidas "urgentes" para hacer frente a los continuos robos y actos vandálicos que están padeciendo. El sabotaje sufrido por una de las subcontratistas que trabaja en la construcción del embalse de Mularroya -que dañó gravemente dos camiones tipo "dumper" y un rodillo compactador valorados en unos 300.000 euros- ha acabado definitivamente con la paciencia de un sector que solo en el último año ha sufrido en la comunidad unos 20 grandes robos valorados, de media, en unos 90.000 euros.


La Asociación de Excavadores de Aragón (Aexar) recuerda además que a esas sustracciones hay que sumarle "infinidad" de pequeños robos de gasoil, ruedas u otros materiales y los actos de puro vandalismo. "Chavales que nos rompen los cristales de una pala o rateros que se llevan combustible los hemos tenido siempre -destaca el secretario general de Aexar, Roberto Loraque-. Lo que no podemos soportar son los robos de piezas carísimas y hasta de excavadoras enteras".


Actualmente, la asociación agrupa a unas 170 empresas que emplean a unas 3.000 personas en total. En la gran mayoría de los casos se trata de negocios familiares que trabajan como subcontratistas para las grandes constructoras adjudicatarias de la obra pública: carreteras, embalses... "También hacemos algo para la construcción, pero menos -explica Loraque-. A lo que nos dedicamos es al movimiento de tierras".


Vehículos a la intemperie


Para llevar a cabo ese cometido, las 170 empresas de Aexar cuentan con un parque de unas 2.000 máquinas: excavadoras, retroexcavadoras, bulldozer, camiones de todo tipo, rodillos compactadores, tractores… Se trata de vehículos muy especializados que cuestan entre 60.000 y 600.000 euros, y el problema para sus propietarios -la gran ventaja para los ladrones- es que por la noche suelen quedar aparcados a la intemperie, sea en la ciudad o en pleno campo.


"Hablamos de vehículos muy pesados que normalmente necesitan un transporte especial para trasladarlos -recuerda el secretario general de Aexar-. Además, aunque no fuera así, desde el punto de vista económico sería inviable que al acabar la jornada tuviésemos que trasladar la maquinaria a algún lugar cerrado".


Los empresarios del sector denuncian que, aprovechando esas circunstancias, solo en el último año en Aragón ha habido una veintena de robos importantes. "Hace poco a un autónomo le desapareció la retroexcavadora con la que se ganaba la vida en el Parque Tecnológico del Reciclaje. Aún no se ha sabido nada de ella", cuenta Loraque a modo de ejemplo. En cualquier caso, lo más habitual es que los delincuentes opten por llevarse solo algunas piezas.


"Una bomba hidráulica o un motor de giro para estas máquinas puede costar más de 30.000 euros, lo mismo que un Mercedes, y además cabe en cualquier maletero -explica el secretario general de Aexar-. Eso los ladrones lo saben, y en una sola noche y con un solo coche cogen una excavadora y dejan solo el armazón".


A la factura de sustituir las piezas robadas -que en ocasiones ha llegado a los 150.000 euros- hay que sumarle las pérdidas que provoca tener los vehículos parados. Los repuestos tardan semanas en llegar, y normalmente la maquinaria está pensada para trabajar en grupo: si se estropea un vehículo se ven afectados varios.


Sus peticiones


Ante este panorama, la Asociación de Excavadores de Aragón pide a las distintas administraciones implicadas en el problema que se agilicen los procesos judiciales contra los autores de los robos y los sabotajes para que no queden impunes. Además, solicitan que se modifique la normativa sobre contratación pública para que en los pliegos de condiciones de los concursos se incluya la obligatoriedad de asegurar la maquinaria de obra y de contratar servicios que aumenten la seguridad y la vigilancia.


"En una gran obra como una autovía o un embalse eso supondría una parte muy pequeña del presupuesto -subraya Loraque-. El dinero saldría de las arcas públicas, y además las grandes adjudicatarias obtendrían pólizas y tarifas mucho más ventajosas que las que nos ofrecen a nosotros".