EMBALSES

Los pescadores calculan que acotando el Mar de Aragón se recaudaría más de medio millón al año

La Federación asegura que con ese dinero se puede solucionar el descontrol que sufre el embalse de Mequinenza.

La falta de vigilancia y de limpieza hace que en las orillas del Mar de Aragón se acumule la basura.
Los pescadores calculan que acotando el Mar de Aragón se recaudaría más de medio millón al año
HERALDO

La Federación Aragonesa de Pesca calcula que convirtiendo el Mar de Aragón en un coto en el que haya que pagar por pescar se recaudaría, como mínimo, medio millón de euros al año. Según el vicepresidente primero de la entidad, Víctor Otal, ese dinero, revertido en la conservación y la vigilancia del pantano, sería suficiente para solucionar, al menos en su mayor parte, el descontrol y la degeneración que sufre actualmente el embalse de Mequinenza.


"Habrá quien piense que es una cantidad pequeña, pero en un coto da para mucho -explica Otal-. Con ese dinero se podría poner un guarda a jornada completa, se contrataría la limpieza de las orillas y cada año se irían haciendo mejoras en las infraestructuras".


El vicepresidente de los pescadores recuerda además que en la recuperación del embalse también deberían participar las distintas administraciones, lo que aseguraría una segunda fuente de financiación para las actuaciones necesarias para regenerar la zona.


El Departamento de Medio Ambiente ha encargado a la Federación Aragonesa de Pesca que prepare un plan técnico para acotar el pantano de Mequinenza. Ese documento aún no está preparado, y antes de ser enviado a la DGA será consensuado con los municipios implicados. No obstante, los responsables de la entidad han hecho una extrapolación de los ingresos que se obtienen en la parte aragonesa del embalse de Ribarroja.


Entre 5 y 50 euros

Esa masa de agua situada justo debajo de la presa de Mequinenza sí está acotada desde hace años. Los pescadores que acuden a ella pagan 5 euros por el permiso de un día, 20 por el de dos semanas y unos 50 por el de temporada, y con esas cuotas cada año se recaudan unos 220.000 euros.


Teniendo en cuenta que el Mar de Aragón es mucho más grande que el embalse de Ribarroja, la Federación Aragonesa de Pesca calcula que esa cantidad fácilmente podría duplicarse. "Se trata de una estimación conservadora, pero aun así saldrían las cuentas", insiste Otal.


El vicepresidente de la Federación explica que la intención es copiar el modelo utilizado para gestionar el coto de Ribarroja. "En principio, el de Mequinenza sería un coto social que estaría gestionado por las sociedades de pescadores de Caspe, Fraga, Mequinenza y Chiprana, donde ahora mismo no hay ninguna pero es probable que surja algún grupo -explica-. Esas entidades se encargarían de poner a la venta los permisos para poder pescar en el pantano, que se podrían adquirir en bares, restaurantes, gasolineras...".


Según los cálculos del Departamento de Medio Ambiente, al Mar de Aragón acuden hasta 600.000 pescadores cada año. No obstante, hay que tener en cuenta que esa cifra refleja el número total de entradas al pantano -una misma persona puede acudir muchas veces-, que parte de esos visitantes puede dejar de ir a este embalse y que es inevitable que siga habiendo furtivos que no compren el permiso.


Precisamente, uno de los principales objetivos de acotar el Mar de Aragón sería reforzar la vigilancia y atajar así la pesca ilegal. La Federación asegura que con la contratación de un único guarda que se dedique por completo a patrullar se conseguirá reducir en gran medida el número de infracciones.


El dinero recaudado también servirá para mantener limpios los 500 kilómetros de orillas del pantano. Actualmente en las márgenes del embalse de Mequinenza se acumulan toneladas de basura, y aunque de forma puntual se realizan tareas de limpieza, poco tiempo después la zona sigue presentando el mismo aspecto.