Todos los partidos mostraron ayer, en mayor o menor medida, su preocupación por el elevado número de jóvenes que no pueden entrar a las carreras que desean. En la Universidad de Zaragoza, el aumento de solicitudes ha incrementado aún más las tradicionales listas de espera de alumnos que o bien se ven obligados a elegir segundas opciones o a abandonar la comunidad aragonesa si son elegidos en otros centros.

Las carreras que mayores cuellos de botella presentan son las de la rama de Medicina. Desde la institución académica aseguran que se podría formar a más alumnos -lo que aligeraría las citadas listas y daría respuesta a las necesidades del sector-, pero reconocen que para ello hacen falta mejoras económicas y estructurales en las facultades de esta área. Por su parte, desde el Gobierno de Aragón se recuerda que, según el convenio firmado con la Universidad en 2008, se están ampliando las plazas y que los centros sanitarios son capaces de formar a más alumnos que en la actualidad. Según un estudio de la DGA, se podrían atender a 400 futuros médicos al año.

Desde el PAR, su portavoz en las Cortes, Javier Allué, reconoció que "algo debería cambiar". "Estos datos imponen una reflexión en su conjunto", recalcó Allué, para quien tampoco hay que dejar de lado la necesidad de "poner un determinado criterio corrector para garantizar la calidad" de la enseñanza. Por ello, abogó por que haya "un punto de equilibrio" entre ambos conceptos. Allué consideró además que el problema es más "complejo" que la hipotética escasez de "recursos económicos", tesis esgrimida por la dirección de la Universidad.

Un "sistema distinto"

En la misma línea, el portavoz del PP, Eloy Suárez, también reclamó que se plantee "un sistema distinto", aunque criticó el papel desarrollado por la consejería de Ciencia, Tecnología y Universidad por situarse "al margen de la realidad". "La política universitaria no está siendo acertada", dijo Suárez, que también recalcó que, además de la "falta de recursos", las dificultades provienen de la falta de "adaptación a la realidad": "Si necesitamos médicos, habrá que formar más médicos. Es una cuestión del diseño del departamento", ejemplificó.

Mientras, el PSOE se relativizó estos datos. Su portavoz parlamentario, Jesús Miguel Franco, resaltó que "en todas las épocas" los jóvenes tiene "mayor tendencia a unas carreras que a otras", circunstancia por la que existen los "números clausus". Junto a esto, Franco recordó que las carreras están agrupadas en "familias", por lo que si no se entra en la elegida se puede optar por "otras similares".

"La Universidad nunca dejará de pedir recursos, es algo normal. Pero hay que conjugar todos los intereses", manifestó el portavoz socialista, para quien "no solo hay componentes económicos". "En Medicina, por ejemplo, creemos que necesitamos más profesionales, pero a veces los hospitales y los decanos de ámbitos sanitarios no coinciden con este criterio", evidenció.

Por su parte, el diputado de CHA Chesús Yuste señaló que no se trata de una problemática "nueva", aunque sí que se ha visto "acentuada", probablemente porque "hay más matrículas por la crisis económica". Además, y en el caso particular de Medicina, Yuste señaló que ni siquiera en esta facultad ha existido un "incremento significativo" en el número de plazas, pese a que se trata de un requerimiento del Gobierno central. Asimismo, recordó que su grupo solicitó en su día la creación de una "mesa de la Universidad", lo que fue rechazado por la coalición PSOE-PAR.

Finalmente, el diputado de IU Adolfo Barrena fue categórico al considerar que en esta cuestión "falla la planificación y la coordinación de los estudios", por lo que reclamó una "profunda revisión del sistema". "Habría que romper con el principio jerárquico de la Universidad y garantizar la participación de la población", dijo.