TRÁFICO/ARAGÓN

Los nuevos delitos de tráfico no sirven para llevar a prisión a los reincidentes

La Policía Local de Zaragoza ha detenido a algún conductor por circular sin carné hasta tres veces en menos de un mes. La Reforma del Código Penal tenía como objetivo penar con cárcel a los delincuentes viales.

La Policía Local de Zaragoza detuvo el pasado viernes por la tarde a un hombre de 45 años tras sorprenderlo circulando en un turismo con diez ocupantes, cuando dicho vehículo solo permitía transportar a la mitad. Al pedirle la documentación, los agentes comprobaron que el conductor carecía de licencia e incluso de seguro. Por desgracia, situaciones de este tipo no son una rara excepción. De hecho, se repiten prácticamente a diario en las calles y carreteras aragonesas.


La última reforma del Código Penal, en vigor desde diciembre de 2007, se anunció como la solución para esta preocupante realidad, ya que introducía penas de prisión para algunos delitos de tráfico como circular sin carné, hacerlo con una tasa de alcohol superior a 0,60 mg/l o a una velocidad excesiva. Aunque todavía no se ha cumplido un año de la reforma, ya se pueden extraer algunas conclusiones. La primera, que la actividad judicial se ha multiplicado y la delincuencia vial representa ya el 57% de los juicios rápidos que se celebran en Zaragoza. La segunda, que son muy pocos los reincidentes que ingresan en prisión.


Hasta el 1 de mayo de 2008, cuando alguien era sorprendido al volante sin carné tan solo se le castigaba con una multa. Pero a partir de esa fecha, esta conducta está tipificada como delito. De tal forma que conducir careciendo de licencia, teniéndola retirada por orden judicial o por pérdida de los doce puntos se pena ahora con prisión de 3 a 6 meses o multa de 12 a 24 meses y trabajos en beneficio de la comunidad.


Por sorprendente que pueda parecer, cada semana la Policía Local de Zaragoza está abriendo diligencias por este delito a casi una decena de personas. Ahora, cada vez que una patrulla da el alto a un vehículo -incluidos ciclomotores y motocicletas-, lo primero que se hace es pedir el carné a su conductor. Y gracias a esta sencilla criba, fueron imputadas 68 personas en mes y medio. Sin embargo, el empeño policial no consigue erradicar el problema, porque los municipales y los agentes de Tráfico vuelven a toparse muchas veces con estas personas al volantes.


No hay un perfil definido


Algunos casos resultan especialmente llamativos, por el desprecio que ciertos individuos manifiestan por la norma. Y porque pese a contar con un largo historial de arrestos, los detenidos no han pisado la prisión. Este periódico ha podido conocer los antecedentes de algunos de los conductores arrestados en los últimos días en la capital aragonesa, y son el mejor ejemplo de que la reforma hace aguas.


El pasado 15 de septiembre, un conductor de 29 años fue interceptado por una patrulla tras saltarse un semáforo en rojo en la avenida de Madrid de Zaragoza. Cuando los funcionarios le pidieron el carné, contestó que se lo había olvidado, cuando en realidad no lo había tenido nunca. Es más, había sido detenido también en agosto por un presunto delito de conducción de vehículo a motor de forma temeraria y otro de desobediencia a la autoridad. A todas luces, el primer arresto sirvió de poco.


Los expertos coinciden en que no existe un perfil del delincuente vial. Y ni mucho menos son los jóvenes los únicos imputados. El pasado 5 de septiembre, un conductor de 46 años fue arrestado en la avenida de César Augusto de Zaragoza por circular sin licencia. Al revisar su historial, los municipales comprobaron que esta persona había sido detenida tres veces en menos de un mes por el mismo motivo.


Y si conducir sin estar en posesión del permiso es peligroso, no lo es menos hacerlo bajo la influencia del alcohol. También en estos casos se está detectando una gran reincidencia, que parece no estar siendo penada correctamente. El 3 de septiembre, una patrulla dio el alto a un vehículo en el barrio de Las Delicias de Zaragoza tras observar que su conductor había hecho un giro incorrecto. Al examinar su documentación, los agentes se dieron cuenta de que tenía el carné retirado por sentencia firme. De hecho, había sido detenido en enero y marzo de este año por superar la tasa penal de alcohol, y tenía retirado el permiso hasta febrero de 2010.