SEGURIDAD PRIVADA

Los músculos ya no bastan en las discotecas

Varios porteros realizan el primer curso de defensa personal en el Gimnasio Goya para obtener el carné.
Los músculos ya no bastan en las discotecas
O. DUCH

Para seguir trabajando de portero de discoteca tenemos que pagar 500 euros por un curso, aprobarlo y que nos den un carné donde aparece nuestro nombre", corea un grupo de porteros de discoteca antes de empezar sus prácticas de defensa personal en el Gimnasio Goya. Los 15 alumnos del primer curso, que se imparte en el centro de estudios, pasaron ya el corte de un test psicotécnico: no tener antecedentes penales, estudios de graduado escolar o bien permiso de residencia y trabajo, si son inmigrantes. Ahora toca estudiar porque el 7 de junio se examinarán de una prueba teórica y otra práctica. Si aprueban serán los primeros porteros con carné, que lucirán en la puerta con un número y, detrás, su identidad.

"Es una forma de dignificar la profesión y no verlos como matones porque es una leyenda negra", sostiene Feli García, directora de Avalon. La profesionalización empezó en Madrid con un decreto de la Comunidad a raíz de la muerte de un joven a finales de 2008 a la puerta de una discoteca, siguieron Barcelona y Valencia, y ahora toca Aragón. "No somos matones, sino que velamos por la seguridad de vuestros hijos", replican los porteros, que prefieren no identificarse. "Las dos ventajas del decreto es que ahora podremos pedir el DNI y se puede usar la fuerza como defensa personal proporcional a la agresión recibida", destaca uno que lleva 8 años compartiendo este trabajo de fin de semana con la informática. Paul Ineva, profesor del Gimnasio Goya, resalta que los alumnos se quedan sorprendidos con las posibilidades de la defensa personal ante un cliente armado o una bronca gracias a las técnicas de bloqueo que permiten ser proporcional "sin pegar, sino controlar". Los porteros reclaman más práctica, que son ocho horas, y menos teoría con la legislación.

Todos son más críticos con los 500 euros que han pagar por el curso y esta semana reclamaron subvenciones públicas ante los sindicatos. "El salario medio son 10 euros la hora y ahora tenemos que pagar para trabajar. Podríamos tener un convenio con un salario mínimo o un plus de peligrosidad porque un compañero fue apuñalado hace poco", critican.

Si hay casi 400 porteros en Zaragoza, apenas hay 15 apuntados en el primer curso. "La mitad de los alumnos son ayudados por los empresarios de las discotecas donde trabajan, como De Luxe y Martinica, en la plaza del Pilar, porque les interesa", explica Fernando Cabiece, coordinador del curso.

El decreto aprobado por el Gobierno de Aragón establece que el 7 de septiembre los porteros deberán haberse legalizado. El curso dura un mes, lo que ha llevado a los porteros a la posibilidad de pedir que se retrase la entrada en vigor de la norma.

Control del aforo

Las funciones de control del aforo de los locales y las reglas de admisión deben aparecer en un cartel a la entrada del establecimiento después de haber sido aprobado por la Dirección General del Interior de la DGA, aunque la responsabilidad de cumplir esas normas recae en el portero. "Hay jefes que te guardan las espaldas, pero otros no. Nunca te dicen que cierres el paso por el aforo, pero ellos saben que nuestro trabajo es un buen filtro a la entrada. A nadie le interesa que haya bronca", cuentan.

Evitar la entrada de armas y el consumo de drogas tiene la dificultad añadida de que el decreto no facilita a los porteros la posibilidad de cachear a la entrada.