Los medicamentos de ‘marca’ se han decidido a hacer frente a los genéricos y han entrado de lleno en la guerra de precios desatada tras las nuevas leyes marcadas por el Ministerio de Sanidad. Por ello, muchos han bajado sus precios para ser competitivos y no quedar fuera del alcance de los usuarios.

En total han sido más de 17.000 medicamentos que tienen caducada su patente, y por lo tanto cuentan con un genérico en el mercado, los que se han acogido a esta medida. Se espera que la prescripción de los medicamentos por su principio activo y no por su marca comercial suponga un ahorro anual de unos 28 millones de euros en Aragón y de 2.000 millones de euros en España.

Con este nuevo escenario, el beneficiado además es el bolsillo del paciente, aunque en estos primeros días surjan algunos contratiempos de adaptación. “Mi madre estaba acostumbrada a tomarse la medicación según colores y formas, y ahora le cambia todo”, lamentaba ayer Carmela Lugo en una farmacia del barrio de La Almozara.

“Estamos haciendo, junto a los medios de comunicación, una importante labor de información para que no haya problemas”, señala Juan Carlos Gimeno el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza.

En todo caso, y aunque de momento no sea muy habitual, el Ministerio dejó abierta en su reforma la posibilidad de facilitar un medicamento más caro que su genérico, siempre que le facultativo así lo especifique en la receta y argumentado por ‘necesidad terapéutica justificada’.

Un sector “contra las cuerdas”

El presidente del colectivo farmacéutico en la capital aragonesa, Juan Carlos Gimeno, asegura que con las nuevas medidas impulsadas por el Ministerio de Sanidad “se pone contra las cuerdas a todo el sector”.

Gimeno recuerda que el año pasado se aprobaron dos decretos por los que se rebajó un 30% el precio de los medicamentos genéricos y un 7,5% los de ‘marca’, lo que supuso una caída en el volumen de facturación de las farmacias superior al 12%, según datos oficiales.

De hecho, el Gobierno central ha tenido que ofrecer ayudas a las farmacias que peor lo están pasando económicamente –fundamentalmente las pequeñas y las de núcleos de población reducida-, que podrán ampliar su margen profesional para no desaparecer.

Ante la nueva situación creada este otoño, Gimeno augura para este 2011 unas pérdidas “similares” a las del ejercicio pasado.