RESCATES

Los expertos en barrancos y en alta montaña detectan este año un «exceso» de imprudencias

La Guardia Civil ya ha rescatado este verano a 64 menores en el Pirineo y en la Sierra de Guara que iban en compañía de adultosLos especialistas insisten en la necesidad de contratar guías a los grupos de inexpertos.

Los expertos en barrancos y en alta montaña detectan este año un «exceso» de imprudencias
Los expertos en barrancos y en alta montaña detectan este año un «exceso» de imprudencias

Un matrimonio con dos niños de cuatro y seis años llegó esta semana a la empresa Vertientes Aventura de Alquézar a devolver los neoprenos que habían alquilado para hacer el barranco del Vero. Eran las 13.00 y a los responsables de la empresa les sorprendió. Les preguntaron cuándo habían salido y les dijeron que a las 16.00 del día anterior. "Se les había hecho de noche y habían dormido a la intemperie porque ni siquiera llevaban móvil para llamar a la Guardia Civil. Y encima el padre dijo que les había hecho una especie de tienda de campaña a sus hijos con los neoprenos y que se lo habían pasado muy bien". Santiago Santamaría, vicepresidente de la Asociación de Turismo Deportivo de Aragón y dueño de la empresa, aún no sale de su asombro por la falta de consciencia que esta y otras muchas familias y grupos de amigos tienen del peligro que supone adentrarse por su cuenta en un barranco en compañía de menores, sin experiencia y sin el material adecuado.


Los datos de rescates en montaña de esta temporada de verano constatan este aumento de imprudencias, ya que la Guardia Civil ha auxiliado a 64 niños y jóvenes menores de edad por lesiones y extravíos, el último, un bebé de 11 meses. En total, se han contabilizado ya 16 operaciones: ocho en barrancos (la mayoría en Guara), siete en rutas senderistas de media y alta montaña y una en una zona de escalada. Dos de los rescates más numerosos fueron con scouts.


Luis Masgrau, presidente de la Federación Aragonesa de Montañismo, reconoce estar preocupado por este repunte de imprudencias. "No sé si es que este año, por la crisis, la gente ha optado más por destinos nacionales de vacaciones, pero este verano está habiendo un exceso de complicaciones con grupos de menores y campamentos. La gente cada vez tiene menos respeto y se piensa que la montaña es accesible para todo el mundo", subraya.


A su juicio, el reciente caso de una barranquista francesa que fue rescatada a las 4.00 en el Vero junto a sus dos hijos de nueve y 12 años es un claro ejemplo. "Aventurarse en una actividad de montaña o de barranquismo con niños sin conocer el terreno y en un horario inadecuado es un peligro porque cualquier pequeña incidencia con niños va a ser más difícil resolverla", resalta Masgrau, quien también denuncia la "temeridad" que demostraron dos familias de Toledo y Madrid con cuatro menores de entre siete y 16 años que hace unos días hicieron caso omiso de los consejos de la Guardia Civil y se aventuraron de noche a intentar salir del Vero guiados por la luz de la luna. "Si ni siquiera eres responsable de seguir las instrucciones del grupo de rescate, con eso está dicho todo. Hay gente muy irresponsable", critica.


«Ahorran pero se juegan la vida"


Según su dilatada experiencia, los grupos inexpertos deberían ir siempre con una ratio mínima de un guía por cada tres o cuatro personas. Sin embargo, lamentan que la inmensa mayoría de la gente 'novata' que va a la montaña no contrata servicios profesionales. "Lo hacen por ahorrar sin saber que se juegan la vida", señala.


Los especialistas insisten en la importancia de adaptar la actividad a la capacidad de los menores y "pecar siempre de prudencia". "Bajar por un sendero en pendiente o hacer un barranco más o menos complicado tiene su técnica. No es lo mismo que caminar por un sendero de un parque urbano o nadar por una piscina", destaca Luis Masgrau.


Una de las zonas donde más rescates de menores se están produciendo este verano es la sierra de Guara. "Este año estamos detectando más gente inconsciente que se aventura a hacer el río Vero, hasta con niños de cuatro años, pensando que es una excursión senderista y no un barranco. Sorprende que no pasen más cosas graves", afirma Santiago Santamaría, quien admite que hace unos días se negó a alquilar varios trajes de neopreno a una familia "porque vinieron a la una del mediodía para irse al Vero, cuando normalmente se tiene que salir a las 9.00 o a las 10.00, y por alquilar siete trajes por 100 euros no nos queríamos quedar con la preocupación de que les pasase algo".


40 euros por persona con guía


Los empresarios de Guara creen que con la crisis "la gente no quiere gastarse dinero", pero recomiendan siempre hacer uso de los guías profesionales. Apuntan que, por ejemplo, una familia de dos adultos y dos niños que quieran realizar el descenso de un barranco de iniciación con guía, equipamiento completo y seguros cuesta unos 40 euros por persona. "No es ninguna barbaridad y más pensando en la seguridad de los niños", recalca Santamaría.


Y si en cambio deciden ir por su cuenta, deben llevar el material mínimo necesario y en el grupo tiene que ir gente con experiencia que sea autónoma en un barranco, "sobre todo cuando hay niños". Las empresas del sector aconsejan no hacer descensos con menos de seis años y siempre de media jornada "porque el Vero completo, por ejemplo, es muy largo, duro y no lo van a disfrutar".


Mientras, César Falcó, de la empresa Gorgol Guías de Montaña de Sallent de Gállego, también ha observado que "cada vez hay más gente que sale a andar por la montaña sin saber dónde va y sin la equipación necesaria, y que al final acaban rescatados". Este experto coincide en que es un problema de "cultura de la montaña" y recuerda que, mientras en muchos países europeos hay costumbre de contratar guías, "en España es completamente al revés, la gente es autodidacta", dice Falcó.


En las actividades senderistas con menores, desde la empresa Gorgol recomiendan siempre realizar rutas por los fondos de los valles "para que no tengan que coger altura y les pueda pillar el mal tiempo ya que si no, una excursión sencilla puede convertirse en un desastre". "Y sobre todo que lleven agua, comida y algo de abrigo", recalca César Falcó.