ASAMBLEA EN BOLTAÑA

Los afectados de Jánovas quieren la reversión a un euro por familia

La exigencia del "justiprecio" de lo que fueron sus casas. Este fue el tema central de la asamblea informativa que ayer congregó en Boltaña a 125 afectados por el proceso de reversión de tierras tras el fallido proyecto del embalse de Jánovas. Desde la Asociación de Vecinos Afectados, creada en el año 1990, buscan ahora que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) estudie el criterio de reversión, proponiendo pagar "un precio político de un euro por familia" debido al estado actual en que se encuentra Jánovas.


Sin embargo, la CHE habla de actualizar los precios que se pagaron por la expropiación, sumándoles el IPC de las cinco últimas décadas, lo que multiplicaría por 30 la cantidad que recibieron sus propietarios. De 120.000 a 800.000 pesetas fue lo que se pagó en función de las tierras. Pero esto no gusta a los vecinos: "Dicen que nos revierten las tierras pero las queremos en las mismas condiciones que las dejamos y eso no existe", relató en la reunión Teresa Buisán, secretaria de la asociación de afectados.


Desde las diez de la mañana hasta cerca de las tres de la tarde duró esta asamblea ordinaria, que fue adelantada al día de ayer tras hacerse pública la noticia de la reversión y en la que la presencia del abogado de la asociación, José Antonio Garcés Nogués, fue el punto de máximo interés para encontrar respuestas a las dudas de los presentes.


Los herederos, en algunos casos de tercera generación, mostraban rostros de "alegría contenida" porque son muchas las dudas que surgen a la hora de solicitar la reversión y son conscientes de las negociaciones que ahora deberán emprender con la CHE para conseguir un precio justo por sus antiguas propiedades.


Cómo deben tramitar la reversión, si debe haber acuerdo entre todos los descendientes o de quién sería la responsabilidad una vez revertidas las tierras si ocurría algo ante el estado ruinoso del pueblo fueron algunas de las consultas de los asistentes, descendientes de los antiguos propietarios de Jánovas, Lavelilla y Lacort. Pero lo que más preocupaba era el precio por recuperar sus dinamitadas casas. "Exigimos una reversión justa e integral con el caso Jánovas. Han pasado 50 años y ahora nos devuelven ruinas", dijo Buisán. "Si me piden dinero les pediré las llaves de mi casa para entrar a vivir, pero ahora no hay servicios y solo recuperamos ruinas", añadió.


Casa por casa



La solicitud de reversión debe ser realizada de forma particular. Cada uno de los afectados recibirá una carta en los próximos días para presentar los papeles en un plazo de tres meses, sin prórroga. A pesar de que la petición debe ser realizada por cada casa, la asociación quiere unidad. "No queremos que se repita lo que ocurrió hace años, cuando convencieron con dinero a los que más tierras tenían para que se fueran y todos fuimos detrás. Es mejor que vayamos todos en bloque", aseguró la portavoz del colectivo.


A pesar de las incertidumbres, los que ayer se reunieron tienen claro que quieren recuperar sus patrimonios y luego pensarán si se van a vivir allí. El que no duda es Toni Garcés quien, como su sobrino, ya declaró hace más de un año que volvería. "Ahora da miedo estar allí pero si nos animamos los primeros, seguro que vienen tres o cuatro más". Aun así, en la mayoría de los casos se habla de una segunda residencia ya que "en algún sitio hemos tenido que vivir durante estos 50 años".


El sentimiento de arraigo de las familias que llevan luchando por la recuperación de sus tierras desde hace casi 30 años chocó ayer con alguna cara nueva. "Hombre, ¿has cambiado de opinión que vienes por primera vez a una reunión?", se oyó decir. A partir de ahora, el proceso de reversión comienza una nueva etapa en la que la asociación pide "agilidad y que no se duerman como han hecho hasta ahora". "Ha llegado el momento que deseábamos y no queremos pasar con la solicitud de reversión lo que hemos sufrido hasta ahora", concluyó Teresa Buisán.