Las obras del segundo plan de depuración lanzado por el Departamento de Medio Ambiente -el de los núcleos pirenaicos- no empezarán antes de mediados de año. La Consejería que dirige Alfredo Boné había anunciado que las primeras actuaciones empezarían a ejecutarse el verano pasado, pero de momento se encuentran en fase de expropiaciones.

«Más de la mitad de los proyectos están ya redactados y aprobados, y ahora estamos preparando toda la documentación para expropiar los terrenos», explican desde Medio Ambiente.

El plan Pirineos prevé la construcción de 296 infraestructuras que permitirán sanear todas las aguas residuales generadas en los valles pirenaicos -ahora, esos vertidos van directamente a los ríos-. Para ejecutarlo, la DGA dividió las actuaciones en cuatro zonas: el Aragón; el Gállego; el Ésera y el Noguera Ribagorzana; y el Cinca y el Ara.

Las tres primeras fueron adjudicadas en septiembre de 2009, pero el concurso de la cuarta quedó desierto y tuvo que abrirse un procedimiento negociado que se resolvió en abril del año pasado. La DGA calculaba que las 296 actuaciones previstas estarían terminadas en dos años, pero solo en la fase de tramitación ya acumulan unos 12 meses de demora.