Tercer Milenio

En colaboración con ITA

EDUCACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS

Los portátiles del programa 'Escuela 2.0' están almacenados y sin usar en algunos institutos

La DGA implantará obligatoriamente el programa de nuevas tecnologías ?Escuela 2.0? el próximo curso en todos los institutos aragoneses. Mientras, en algunos centros ?como el IES de Utrillas- los portátiles están almacenados y sin utilizar.

Colegio San Juan de la Peña de Jaca, haciendo uso de la pizarra digital.
Los portátiles del programa 'Escuela 2.0' están almacenados y sin usar en algunos institutos
LAURA ZAMBORAIN

El programa ‘Escuela 2.0’ –que dota a los centros de diversas herramientas tecnológicas, como las pizarras digitales o mini portátiles- es uno de los proyectos estrella del departamento de Educación. El próximo curso se va a implantar en todos los institutos de la Comunidad. Pero donde ya se aplica todavía no funciona al 100%.


En el instituto Fernando Lázaro Carreter de Utrillas los mini portátiles que llegaron el curso pasado todavía no han sido utilizados por los alumnos. Sí se instalaron las pizarras digitales y los profesores que quisieron recibieron 10 horas de formación voluntaria. Durante este curso se está instalando la ‘intranet’ que gestionará los mini portátiles.


«En este curso, los profesores estamos recibiendo las mismas 10 horas de formación que el curso pasado. Los mini portátiles aún no se han usado. Se nos dice que la Administración ha dicho que se tome el tema ‘con tranquilidad’. Los políticos venden la idea de que la informática en las aulas es siempre buena. Aunque hay estudios que demuestran que también puede ser perjudicial», señala un profesor del centro.


Muchos centros recibieron los portátiles para los alumnos en el curso 2009/2010, pero no todos han sido utilizados, porque aún están en «fase de adaptación y formación», como en el IES de Utebo.


«Empezamos con el programa ‘Escuela 2.0’ el curso pasado. No funciona al 100%, vamos poco a poco. Hay profesores que usan la pizarra digital. Hemos instalado una red interna para los portátiles y estamos a punto de entregar los ordenadores a los alumnos. Profesores y alumnos tenemos que familiarizarnos con los equipos. Dentro de dos o tres años será una cosa cotidiana», explica el jefe de estudios del instituto nuevo de Utebo.


El programa ‘Escuela 2.0’ comenzó hace dos años, impulsado por el Ministerio de Educación, y heredero del programa de pizarras digitales, en el que Aragón fue una Comunidad pionera en España. Se trata de dotar de diversas herramientas tecnológicas a los centros, como pantallas digitales, cañones, ordenadores para los profesores y mini portátiles para los alumnos (empezando por los de 1º de ESO).


Desde la DGA afirman que «no tenemos constancia de que haya quejas o retrasos. Se facilita la formación y los equipos. Y la puesta en marcha depende de los centros. Padres y alumnos están muy contentos con el programa».


En todo Aragón, 15 institutos no han implantado aún el programa ‘Escuela 2.0’. El Departamento de Educación ya les ha avisado de que deberán hacerlo el próximo curso. Dos institutos de Huesca, el Ramón y Cajal y el Pirámide, han criticado esta medida.


Los profesores del Ramón y Cajal –que ya aplican la informática para muchas actividades del centro- consideran una «simplificación» vincular la calidad de la educación a la inversión en tecnologías. «Nos parece como mínimo un despropósito en unos momentos de recortes sociales», señalaron hace unos días en un comunicado.


Por otro lado, la Federación de Asociaciones de Padres de Aragón (Fapar) defiende el programa y lo valora como una «oportunidad» para los estudiantes. «El 96,2% de las familias solicitaron que llegara a todos los centros de la Comunidad», recuerda la presidente de Fapar, Ana Abán.


«El Programa que está empezando a desarrollarse requiere que se aúnen muchas voluntades. El profesorado, pieza fundamental, debe contar con las herramientas y la formación necesaria y la Administración no puede escatimar recursos en ello. Igualmente las familias hemos de acercarnos al uso de las nuevas tecnologías para poder seguir con responsabilidad la formación de nuestros hijos e hijas», reflexiona la presidenta de Fapar.