TEMPERATURAS

Las oficinas de la Administración ya no son un iglú

Los espacios públicos regulan los termostatos y tratan de no poner el aire acondicionado a menos de 26 grados. Además de ahorrar, evitan 'congelaciones'.

La temperatura, en el Ayuntamiento
Las oficinas de la Administración ya no son un iglú
JOSÉ MIGUEL MARCO

Llega la primera ola de calor del verano y con ella, las habituales polémicas en torno al aire acondicionado. Calurosos y frioleros se enfrentan por la temperatura ideal en las oficinas, los centros comerciales y los autobuses. Para evitar conflictos pero, sobre todo, para contribuir al ahorro energético, el Ministerio de Industria limita a 26 grados la temperatura de los edificios de uso público en verano. Pero, ¿se refleja esta recomendación en la realidad? En esta semana especialmente calurosa (se han alcanzado los 40 grados), HERALDO salió termómetro en mano para comprobarlo en distintas dependencias.

Y los resultados fueron bastante satisfactorios, especialmente en el caso de los edificios de las administraciones. La zona de ventanillas del Ayuntamiento se encontraba el martes a las 13.30 a más de 26,5 grados. En algún momento, el termómetro llegó incluso a marcar 26,80. Un poco más de fresco hacía en el vestíbulo del edificio Pignatelli, donde el aparato clavó los 25 grados.

Sin embargo, el Real Decreto 1826/2009, que desde noviembre limita el uso del aire acondicionado, no solo se refiere a los edificios públicos. También a aquellos espacios que "son frecuentados habitualmente por un número importante de personas", como centros comerciales y supermercados, bares y restaurantes, locales de uso cultural, espacios de ocio, estaciones... En estos casos, la normativa pasa más inadvertida.

En el supermercado de un conocido centro comercial, el termómetro marcaba 21,50. No obstante, entre los libros de la sección de Librería, la temperatura subía hasta los 240. El mismo valor que marcaba en las zonas de lectura de la biblioteca de Aragón. La sala de espera de la estación de Delicias tampoco alcanzaba el límite recomendado por Industria, se quedaba en 24,40.

Conflictos en la oficina

Sin embargo, las recomendaciones no parecen ser suficientes para acabar con las polémicas que el aire acondicionado genera en oficinas y lugares de trabajo. "Recibimos muchas quejas de gente que dice que se está enfrentando con sus compañeros por la temperatura", explica María del Mar Fernández, técnico de Medio Ambiente de UGT Aragón. "El concepto de confort térmico es muy subjetivo y a veces las oficinas se orientan hacia varios sitios por lo que mientras unos reciben mucho calor, otros permanecen en zonas más frescas", comenta su compañero de CC. OO., Luis Clarimón.

Para evitarlo, dan algunas sugerencias: compartimentar los espacios y regular las distintas salidas de aire, aprovechar el aire fresco de la mañana, instalar toldos y cortinas que eviten las entrada de calor o colocar el termostato de manera que solo tenga acceso a él el personal de mantenimiento. "También convendría avisar de alguna manera de que existe una normativa al respecto", añade Clarimón.

Fernández, por su parte, asegura que todavía queda bastante por hacer. Sin embargo, reconoce que se han dado avances importantes. Se apuesta por poner el termostato entre 24 y 26 grados y por mejorar los sistemas de aislamiento y fomentar el mantenimiento preventivo de los equipos.

Pero las quejas también salen de la oficina al autobús. Estos vehículos llevan un sistema de refrigeración que se activa automáticamente cuando la temperatura supera los 230. Sin embargo, Francisco Mur, director de Material Móvil de Tuzsa, reconoce que en verano el aire acondicionado sufre más averías. "Los autobuses están sometidos a condiciones extremas", advierte. "Las cristaleras y la temperatura corporal de los viajeros aumentan la irradiación de calor. Y además, hay que tener en cuenta que en cada parada sale parte del aire que hemos enfriado y entra aire caliente de la calle. A eso hay que añadir que un autobús funciona 16 horas diarias y que durante 12, el aire acondicionado está puesto de manera constante", explica.