TEMPORAL

Las estaciones de Astún y Candanchú, las más afectadas por las rachas de viento

La primera cerró por la mañana y la segunda apenas dispuso sus 7 kilómetros de seguridadLas lluvias provocaron varios desprendimiento que obligaron a desviar carreteras pirenaicas.

Los coches tenían que dar media vuelta en el alto del Portalet, que lleva tres días cerrado.
Las estaciones de Astún y Candanchú, las más afectadas por las rachas de viento
LAURA ZAMBORAÍN

Las rachas de viento muy fuerte e incluso huracanado (hasta 120 kilómetros por hora) que anunció la Agencia Estatal de Meteorología para ayer en el Pirineo, la Ibérica zaragozana y Albarracín-Jiloca y Gúdar-Maestrazago, en Teruel, pasaron de refilón sin dejar apenas incidencias. No obstante, la alerta se mantenía activa ya que lo peor se esperaba que llegara de madrugada.


En el caso de la provincia de Huesca, ninguno de los parques de bomberos tuvo que hacer salidas. El aire se dejó sentir con fuerza en todas las comarcas, especialmente en la Jacetania y el Alto Gállego, pero no pasó de una importante molestia. Así, salvo unas ramas de árboles que cayeron en Jaca sin provocar daños, la consecuencia más importante fue el cierre a media mañana de la estación de esquí de Astún, que había abierto 32 kilómetros. "Al principio no soplaba mucho, pero sobre las 10.30, como ya habíamos anunciado en el parte, han llegado fuertes rachas en cotas superiores a los 2.000 metros, así que a las 11.30 hemos cerrado ya todos los remontes porque el vendaval era tremendo", explicó Andrés Pita, director de márquetin. De cara a este domingo, estaban pendientes de las consecuencias de la borrasca, "porque dan puntas de hasta 200 kilómetros por hora en los picos más altos", aunque confían en que a lo largo de hoy vaya remitiendo "y podamos funcionar con normalidad".


También trabajaron a medio gas por el viento en Candanchú, que solo puso en servicio los 7 kilómetros de su zona de seguridad. Los otros tres centros invernales del Pirineo (Panticosa, Formigal y Cerler) abrieron con una superficie global de 171 kilómetros. En Teruel, Javalambre ofreció 1 kilómetro y Valdelinares 9.

Problemas circulatorios

Mientras, el riesgo fuerte de aludes en el Pirineo mantuvo cerrados por tercer día el paso fronterizo del Portalet (A-136) y los accesos al balneario de Panticosa (A-2606) y a Ordesa por el puente de los Navarros (A-135). A ellos se unen también el tramo entre el cruce de Cerler y los Llanos del Hospital (A-139), cuya clausura se prolonga ya once días.


Además, la DGA activó por la tarde una alerta por un desprendimiento en la A-139, a la altura de Morillo de Liena, donde las intensas lluvias causaron la caída de rocas sobre la calzada. A las 21.00, otro desprendimiento obligó a desviar la circulación de la N-230 a la altura de Sopeira, cerca de la presa de Escalas. También por la noche varios conductores alertaron a Protección Civil de que en la A-136, entre Biescas y Formigal, se estaban produciendo pequeños desprendimientos como consecuencia de las lluvias.


La nieve también provocó dificultades de circulación en el acceso a Formigal, en Bielsa, en Benasque y en Villanova. Para hoy no se esperan cambios ya que el nivel de riesgo sigue en 4 sobre una escala de 5 por la inestabilidad del manto nivoso.