PREOCUPACIÓN POR CONDUCTAS INCÍVICAS

Las estaciones, en alerta por los aludes que provocan esquiadores fuera de las pistas

La avalancha que causó el sábado un esquiador en Astún pasó bajo la silla de Canal Roya.En Formigal sucedió algo similar, si bien no llegó a pistas.Aramón quita el pase a 16 usuarios de día y a 5 con bonos de temporada por conductas incívicas

Esquiadores en la pista de Astún tras el alud que provocó una persona que descendió fuera de las zonas balizadas
Las estaciones, en alerta por los aludes que provocan esquiadores fuera de las pistas
RUBENZU

Ni carteles que alertan del fuerte riesgo de aludes fuera de pistas ni advertencias verbales del personal de la estación ni trágicas noticias como la avalancha que acabó con la vida de tres navarros en Canal Roya (Villanúa) hace diez días. Algunos esquiadores no se conciencian con nada.

 

El pasado fin de semana varios aficionados que practicaban esquí fuera de pistas a pesar del alto riesgo, provocaron dos desprendimientos de nieve en Astún y Formigal. No causaron daños personales, pero las estaciones se muestran preocupadas y están en alerta por estas conductas incívicas que ponen en peligro la vida de otros usuarios.

 

En ambos casos, se ha puesto lo sucedido en conocimiento de la Guardia Civil. Aramón, además, les ha retirado los pases de temporada.

Los aficionados de Formigal se llevaron un gran susto el viernes. Cinco esquiadores, a los que el personal de la estación les había alertado del peligro de descender fuera de pistas, cortaron una placa de nieve. La avalancha se quedó a pocos metros de los dominios del centro. Los aficionados que aguardaban en la silla de Garmet, muy cerca del lugar donde ocurrió, les recriminaron duramente su actitud y uno de ellos, lejos de arrepentirse, incluso se enfrentó al público. El personal de la estación no lo dudó ni un momento, los identificaron y les retiraron su abono de temporada.

 

Al día siguiente, en Astún, ocurrió algo similar, aunque esta vez la cola de la avalancha alcanzó las pistas. Un aficionado, que subió en la silla de Canal Roya, decidió lanzarse por la ladera de Malacara, una zona sin balizar y que no forma parte del dominio esquiable de la estación. No era el primero que lo hacía. Pero él provocó un alud de 10 metros de ancho y unos 60 de longitud -según explican los testigos en uno de los foros de la web www.nevasport.com-, que pasó por debajo del remonte y llegó a las pistas balizadas. El esquiador, que quedó atrapado, fue auxiliado por los esquiadores que vieron el suceso. Consiguió salir ileso.

 

En ambos casos, sus datos personales y sus acciones han sido puestos en conocimiento de la Guardia Civil de montaña, que patrulla habitualmente por los centros de esquí. Es más, en Astún, fueron los propios agentes, que estaban en el centro, quienes acudieron al lugar, identificaron al hombre que provocó el alud e instruyeron las diligencias oportunas, que podrían acabar en una denuncia.

 

Pero lo peor es que no son acciones aisladas. Eduardo Roldán, director de Candanchú, afirmó ayer que ellos anuncian claramente "cuándo hay riesgo de aludes fuera de pistas y de qué nivel es. No sé si es que hay gente sorda o se lo hace porque luego sale a esquiar y va a los sitios críticos"

"Hay que atajarlos"

"Estamos muy preocupados por este tipo de comportamientos. Hay que atajarlos", sentenciaron fuentes de la estación de Astún. En opinión de la estación se trata de un problema de orden público, por lo que "deberían ser los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado quienes de manera global y coordinada se ocuparan de ello".

 

Lo mismo opinó el grupo Aramón, propietaria de Formigal, Panticosa y Cerler. "Cada vez es más latente que debemos contar con apoyo de los agentes para coartar rápidamente estas conductas incívicas". Fuentes del holding de la nieve recalcaron que la necesidad de una policía de pistas sale a colación en muchas de las reuniones del comité de dirección e insistieron en "la necesidad de colaborar con las instituciones y administraciones para poner alguna medida o más fuerza de seguridad a disposición de las estaciones que eliminen estas prácticas".

 

La Guardia Civil de Montaña patrulla habitualmente por las estaciones de esquí del Alto Aragón, pero su presencia solo se refuerza en días de gran afluencia en las pistas. Su sola presencia física en la estación, como reconocen todos los responsables de las estaciones, ya sirve de "disuasión" para las conductas incívicas.

 

Sin embargo, solo es una pareja la que suele acudir a cada uno de los centros. Como ejemplo, solo en Formigal, en un día de temporada alta, se pueden llegar a concentrar alrededor de 15.000 esquiadores.

 

De momento, Aramón ha tomado una medida disuasoria para evitar este tipo de conductas, que también ponen en peligro a los equipos de rescate. A los cinco esquiadores que provocaron el alud el viernes se les retiró su pase de temporada. Otros 16, también por conductas incívicas, lo perdieron entre la jornada del viernes y el sábado. "Para afear su conducta, aparte de comunicar los hechos y sus datos a la guardia civil, lo hemos hecho público", relataron fuentes de la empresa mixta. Y no pasa desapercibido. Son grandes carteles, justo en el lugar donde se cogen los remontes, los que alertan de cuántos bonos de día se han retirado y de cuántas personas han perdido su derecho a esquiar.

Sin embargo, no todos toman las mismas medidas. "Un 'píster' no tiene autoridad civil para realizarlo -comentó Roldán-. No somos una fuerza coercitiva". Y añadió que es la Guardia Civil de Montaña "la que tiene la autoridad y la que puede hacerlo en el momento en que sucede algo así".

 

Pero estos sucesos no son exclusivos de Aragón. En Masella (Gerona), la pasada semana tres esquiadores, uno de los cuales resultó herido grave, provocaron un alud practicando esquí fuera de pistas; y este mismo fin de semana, se han registrado tres avalanchas similares en Cauterets (Francia). En Les Mont d'Olmes fueron dos raquetistas, detenidos posteriormente por la Gendarmería quienes la provocaron, un hecho en el que hizo hincapié Roldán: "También algún esquiador de travesía que va por la estación supone un riesgo de accidentes".

Los paneles, en los que se van sumando bonos retirados, se han colocado junto a todos los remontes como advertencia.