POSIBLE DISCRIMINACIÓN

Las discotecas justifican la entrada gratuita de las mujeres como “promociones puntuales”

El colectivo de empresarios de salas de fiesta muestra su sorpresa y rechazo ante una posible demanda por parte de la UCA por cobrar distintos precios según el sexo del cliente. Aseguran que es una práctica en extinción.

El acceso a las discotecas reabre el debate de la discriminación
UCA estudia demandar a las discotecas que discriminan en sus precios a los hombres
M.F.

Las pesquisas de la Unión de Consumidores de Aragón (UCA) sobre el distinto trato que reciben los clientes de las salas de fiesta y discotecas de la comunidad en función de su sexo han reabierto el debate sobre la discriminación de género.


La UCA prepara estos días un informe, para el que está recogiendo todas las pruebas y la documentación necesaria, en el que analiza la legalidad de algunas prácticas que se llevan a cabo, principalmente, en el sector de la hostelería.


En concreto, esta asociación estudia la posibilidad de denunciar a las discotecas aragonesas que cobran más (tanto por el acceso como por las consumiciones y otros servicios) a los hombres que a las mujeres. Una práctica cada vez menos extendida pero que sigue provocando reacciones encontradas.


Desde la Asociación Provincial de Empresarios de salas de fiesta, baile y discotecas de Zaragoza han mostrado su sorpresa y malestar por esta situación, y defienden este tipo de ofertas como “una promoción más que ayuda a capear la crisis que estamos viviendo”, en palabras de su presidente, Fernando Izcara.


Este tipo de reclamos ya no se da salvo “promociones puntuales” necesarias, a su juicio, para hacer frente a un descenso en el consumo de los ciudadanos que “está afectando a todo el sector”.


Además, desde esta asociación se recuerda que las discotecas y salas de fiesta aragonesas “siempre han sido respetuosas con sus clientes” y nunca se han visto involucradas en polémicas campañas sexistas que sí se han dado en otras comunidades.

Como reacción a las autoescuelas

Mientras tanto, la UCA continúa con su labor de recopilación de pruebas y documentos que les permita hacer una valoración de la situación en este tipo de establecimientos, y poder afrontar una posible demanda contra los que realmente ejercen una práctica discriminatoria.


La iniciativa surgió a raíz de la demanda interpuesta contra tres autoescuelas de Zaragoza, donde se cobraba más a las mujeres. El efecto bumerán hizo que la UCA recibiera en su sede numerosas quejas por situaciones de discriminación hacia los hombres, principalmente en el sector del ocio nocturno.