EDUCACIÓN/ ARAGÓN

Las aulas de adultos recibieron el curso pasado a más de 7.000 inmigrantes

La mayoría de alumnos extranjeros, un total de 6.678, acudieron para aprender español de forma presencial o a través de Internet. Otros 488 se apuntaron al carné de conducir

Las necesidades educativas de la población inmigrante se caracterizan por su diversidad, no solo debida a las diferentes procedencias culturales, sino también a los niveles de formación, aspiraciones, tiempo de permanencia en España y otras circunstancias.


El curso pasado un total de 7.470 inmigrantes adultos, de ellos 3.767 hombres y 3.703 mujeres, asistieron a clase en los centros públicos de educación de personas adultas de nuestra comunidad. Aunque la gran mayoría, 6.678 personas, lo hicieron para aprender español, la amplia oferta abarca también desde la obtención del carné de conducir a los talleres de confección.


Por provincias, llama la atención que la de Huesca, con 3.051 matriculados, se encuentre al mismo nivel que Zaragoza, con 3.100. El colectivo inmigrante residente en el territorio zaragozano es casi cinco veces superior al que vive en el altoaragonés. A finales de marzo, el número de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor en Zaragoza alcanzaba las 117.329 personas, mientras en Huesca se situaba en las 24.426.


La acción más importante desarrollada es la enseñanza del idioma, que supone el 89,3% de las matrículas del pasado año lectivo, según los datos facilitados por el departamento de Educación del Gobierno aragonés. De hecho, hay estadísticas nacionales que sitúan a Aragón en la tercera comunidad en el número de inmigrantes inscritos para aprender la lengua española, solo superada por la Comunidad Valenciana y Madrid.


Los programas presenciales recibieron a 5.207 estudiantes, mientras el aprendizaje por medio de un aula virtual contó con 1.471 participantes. Esta última modalidad tiene un tirón especial en la provincia oscense, donde se apuntaron a ella 1.205 personas, frente a las 101 que lo hicieron en turolense y las 165 en la zaragozana.


Este programa a través de Internet se desarrolla en colaboración con el Instituto Cervantes. La plataforma de teleformación oferta todos los niveles, desde el inicial hasta el avanzado. Está especialmente dirigido al alumnado letrado en su lengua de origen, según explican desde el departamento de Educación, y permite la individualización de la enseñanza. En este caso, el profesor del centro público desempeña las funciones tutoriales en el centro de ordenadores.


A diferencia de estas aulas virtuales, los cursos presenciales tienen un carácter más de introducción y de acogida. Aunque los asistentes configuran un colectivo diverso, no resulta extraño encontrar grupos que tienen bajos niveles de comprensión y expresión oral, lo que lleva a plantear problemas de comunicación entre el profesor y el alumnos.


Las clases para obtener el permiso de conducir es otra de las opciones que cosechan un considerable éxito. Así, el curso pasado se apuntaron a ellas 488 inmigrantes, en una proporción ligeramente superior de mujeres (260) que de hombres (228).


Esta alternativa está pensada de forma específica para aquellas personas que quieren conseguir el carné y tienen graves problemas de comprensión lectora, por lo que no pueden seguir el sistema y el ritmo de una autoescuela normal. Por ello, el español se enseña partiendo del vocabulario propio del vehículo y el código de la circulación.


Además, la misma red de centros públicos, como apoyo a la integración laboral de este colectivo, imparte cursos específicos de formación para el empleo que capaciten para el desempeño de los puestos de trabajo más habituales que ocupan.


En estos casos, la participación femenina es mayoritaria. Por los de higiene y alimentación pasaron 96 mujeres, mientras no se inscribió ningún hombre, al igual que en los de alimentación y nutrición familiar (59). Además, el curso pasado se impartieron otros de confección (59), atención y apoyo social psicosocial domiciliario (40), servicio-restaurante-bar (31) y auxiliar de ayuda a domicilio (26).