Larraz preveía ganar dinero con la venta de las empresas que han acabado en quiebra

El consejero de Economía dijo en las Cortes que era "complicado" reclamar responsabilidades en operaciones de capital riesgo.

Visita del consejero de Economía, Alberto Larraz, a la fábrica de Tecnam en el otoño de 2008.
Larraz preveía ganar dinero con la venta de las empresas que han acabado en quiebra
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Ni se ganó dinero ni era tan "complicado" reclamar responsabilidades por operaciones fallidas de capital riesgo. El Gobierno de Aragón, a través de Savia Capital Atracción, ha hecho justo todo lo contrario de lo dicho hace ahora dos años por el consejero de Economía, Alberto Larraz, en las Cortes. Cuando ya se conocían los agujeros económicos en Vitro Teruel y Athenia, dos de las empresas participadas, y la quiebra de CAG se acababa de tapar con otra inyección millonaria, el socialista se atrevió a aventurar que en 2014 se recuperaría "muy problamente incluso más del capital" cuando se desinvirtiera en las firmas bajo la matriz de Savia.

El problema reside en que solo con el dinero perdido en las empresas participadas a través de Savia Capital Atracción, en la que la DGA tiene el 41,75% de las acciones y que asciende a 23,5 millones de euros, difícilmente se puede compensar con las ganancias de los fondos gestionados por Going.

En una comparencia ante el pleno en octubre de 2008, Alberto Larraz lanzó un mensaje muy optimista: "Algunas de las empresas en las que todavía estamos, en las que no hemos desinvertido todavía, están funcionando magníficamente bien; tenemos en algunas buenas ofertas para vender las empresas, para comprar la parte que tienen Savia. Y nada más".

La realidad dista mucho, puesto que en solo dos empresas de las seis participadas a través de Savia Capital Atracción se ha logrado desinvertir, Aegis y Zitralia. En el primer caso no consta el dinero obtenido, pero en el segundo se sabe que fue por un precio simbólico.

Cambio radical de postura

Alberto Larraz fue aún más lejos en su intervención al relativizar los fracasos públicos que ya se conocían."Penalizar fallos en capital riesgo es un poco complicado. El capital riesgo, como su propio nombre indica, tiene sus riesgos", dijo en un tono académico.

Solo ochos meses después de pronunciar estas palabras, el 26 de mayo de 2009, Savia Capital Atracción (ya reconvertida en la firma Inverzona) enviaba un burofax a Möbius reclamándole 23,5 millones de euros por daños y perjuicios por un "incumplimiento de contrato". En esta cantidad incluyó todas las inversiones perdidas en las seis sociedades participadas que estaban a su cargo, sus honorarios y el lucro cesante.

La Corporación de Empresas Públicas, presidida por Alberto Larraz, entendía que Möbius había hecho un "deficiente trabajo" como gestor y le achacaba todas las inversiones millonarias malogradas, por lo que se decidió contratar los servicio de un gran bufete, Garrigues. El litigio acabó en arbitraje, la fórmula pactada por contrato por ambas partes para solventar cualquier reclamación, y el laudo emitido el pasado 19 de noviembre ha supuesto todo un revés para los intereses públicos: la responsabilidad descansaba en Savia al haber autorizado y supervisado todas las operaciones de Möbius. Y esta reclamación costará al erario público, como poco, 400.000 euros en costas.