RELIGIÓN

La salida del obispo de Tarazona deja a Aragón con solo dos prelados titulares

El 20 de marzo, Demetrio Fernández tomará posesión de su cargo en la diócesis de Córdoba.

Los rumores se hicieron ayer realidad. La Santa Sede anunció el nombramiento del obispo de Tarazona, Demetrio Fernández, como nuevo prelado de Córdoba en sustitución de Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla. Tomará posesión del cargo el 20 de marzo. Hasta entonces, seguirá como obispo turiasonense mientras figura como electo de la diócesis andaluza. Eso sí, con la autoridad declinada. Según el código de la Iglesia, ahora tiene la misma potestad que un administrador diocesano y no puede hacer actos de gobierno, "ni especiales ni excepcionales", confirmó el propio Fernández.

 

La noticia no vino acompañada del nombre de un nuevo titular del Obispado, al frente del que Fernández llevaba cinco años. Con la próxima salida del toledano, la situación en la provincia eclesiástica de Zaragoza resulta llamativa: en las seis diócesis aragonesas (incluyendo la de Jaca, que depende del Arzobispado de Pamplona y Tudela) solo hay dos obispos titulares, Manuel Ureña, arzobispo de Zaragoza, y Alfonso Milián, prelado de Barbastro-Monzón. En el resto de casos, a la espera de lo que ocurra en Tarazona, las dirigen administradores apostólicos.

 

Es decir, Benedicto XVI aún no ha decidido quiénes serán los nuevos obispos de Teruel y Albarración, Huesca y Jaca. En lo que respecta a la primera diócesis, José Manuel Lorca está como administrador eclesiástico desde que el pasado julio fuera designado obispo de Cartagena (Murcia). Y Jesús Sanz, proclamado arzobispo de Oviedo a finales de enero, administra los obispados oscenses, donde estuvo como prelado seis años.

 

Desde la diócesis metropolitana de Zaragoza, su vicario general, Julián Ruiz, calificó de "sorprendente" que la figura del administrador apostólico cobre tanto peso, algo que no se da en otra provincia eclesiástica. Achaca esta situación a la convergencia de nombramientos.

 

El proceso para la elección de un obispo puede demorarse varios meses, ya que participan la nunciatura, la congregación de obispos de la Santa Sede y el Papa. No obstante, se prevé que en un tiempo haya novedades en Aragón. El reciente cambio de nuncio ha podido afectar a los procesos en marcha.

 

Para que no haya un vacío de poder en la sede de Tarazona, el Papa podría designar un administrador apostólico, cargo que puede ocupar el obispo saliente o alguno cercano de Aragón (algo complicado ahora), o el Colegio de Consultores elegiría a un administrador diocesano. Después habrá que esperar al nuevo prelado. Fernández llegó a Tarazona apenas tres meses después de la marcha de su predecesor, Carmelo Borobia.