lo que se ha hecho

La recuperación del interior está ya prácticamente concluida

Es mucho, muchísimo lo que se ha hecho en la catedral de Tarazona, que lleva 29 años en obras de restauración y que ha atravesado fases muy difíciles, en las que se pensaba que era imposible alejarla de la ruina.

Desde hace un par de años el templo se considera técnicamente 'salvado'. Se ha consolidado la estructura de la cabecera, el cimborrio y el crucero; se han renovado las cubiertas y fachadas exteriores; se han recuperado las capillas de los Conchillos y de San Lorenzo. De manera paralela, se ha trabajado en la recuperación del retablo mayor, gracias a un convenio entre DGA, Ministerio de Cultura y CAI. Y también se ha trabajado en el retablo y los lienzos de la capilla de San Andrés.

A lo largo de los trabajos ha habido varias sorpresas, la principal el hallazgo de pinturas murales en una gran superficie del interior del edificio. Las pinturas han sido restauradas y van a convertir la catedral en uno de los templos más singulares de España.

También han aparecido, fuera de la catedral, los restos de un edificio semicircular del siglo IV, adornado con mosaicos. "Allí se está trabajando ahora para adecuar ese espacio y convertirlo en una especie de jardín arqueológico. Las visitas turísticas, además, se quieren hacer por ahí, donde se creará la zona de recepción del monumento, con aseos, mostrador, vitrinas que muestren pequeños elementos decorativos que hemos ido encontrando durante la restauración...".

La catedral de Santa María de la Huerta se llamaba originalmente Santa María de la Hidria, por su relación con el agua. Y el jardín arqueológico quiere en parte recuperar ese espíritu, hasta el punto de que se piensa llenar con agua los canalillos vinculados al baptisterio encontrado en las excavaciones.