CRECIDA DEL EBRO

La punta de la riada abandona Aragón aunque el Ebro mantiene un nivel alto

La mota de Villafranca ya está reparada. La CHE concluyó ayer al mediodía el arreglo del dique de Villafranca, en el que un tejón abrió un agujero por el que se colaba el agua del río.
La punta de la riada abandona Aragón aunque el Ebro mantiene un nivel alto
JUAN CARLOS ARCOS

La avenida ordinaria del Ebro producida por las fuertes lluvias de los últimos días ha cruzado ya Aragón, aunque sus efectos aún son evidentes en muchas zonas por la lenta disminución de caudal del río, que mantiene hasta dos metros de agua en algunos campos. La punta de la riada atravesó la Ribera Baja del Ebro, donde no generó problemas.

El nivel del río a su paso por Gelsa alcanzó su máximo nivel por la mañana, tras haber llegado a 4,4 metros, y se mantuvo así varias horas. En Quinto, según el alcalde, Javier Abenia, el caudal máximo fue de 1.450 metros cúbicos por segundo, un volumen de agua que descendió muy poco a poco a medida que transcurrió el día. Abenia declaró que no había surgido "ningún problema" en la huerta, donde solo se registraron "algunas filtraciones" puntuales. Mientras, en Zaragoza, de los máximos del viernes, con 1.469 m³/s, se pasó ayer a 1.343 m³/s.


Ahora llega el momento de evaluar daños. Para ello, sin embargo, es necesario esperar a que pasen varios días, ya que el agua sigue anegando todavía centenares de hectáreas de campos y caminos ante el hecho de que el nivel del Ebro sigue alto. Ayer, en Novillas se mantenía por encima de cinco metros y en Gallur, de seis.


El portavoz de la Plataforma de Afectados por las Riadas, Antonio Manero, corroboró que habrá que esperar: "El río ha menguado poco, y de hecho algunos campos siguen con dos metros de agua. No sabemos qué hay debajo, si la cosecha se ha muerto o si los caminos han resultado dañados". Solo en la comarca de la Ribera Alta, esta riada ha anegado alrededor de 4.000 hectáreas de terreno.


La única incidencia reseñable en el tramo del Ebro una vez pasado Zaragoza se ha registrado en Villafranca del Ebro, donde el viernes se advirtió la existencia de un agujero en la mota realizado por un tejón. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) informó ayer de que durante la noche se realizó una intensa vigilancia de la zona, mientras que los trabajos para sellar el dique se reanudaron al comienzo del día. No se temió en ningún momento por la estabilidad de la mota, cuya estructura estaba intacta, pero se optó por acelerar las tareas de reparación, que concluyeron alrededor del mediodía.


El organismo de cuenca recordó además que, entre diciembre y las primeras semanas de enero, llevó a cabo una estabilización de motas en cascos urbanos, que incluyó tareas puntuales de impermeabilización en diversos diques, como en Novillas o Pradilla, y una mota nueva en Torres de Berrellén. Para detectar posibles incidencias, la CHE se puso en contacto con los alcaldes implicados para recibir información.


Antes de conocer el volumen de daños, el portavoz de los afectados por las riadas quiso poner el acento en la ausencia de seguro por parte de muchos agricultores: "En muchos casos, no es nuestra culpa, ya que los seguros no abren la cobertura hasta marzo", señaló Antonio Manero. Por ello, resaltó que cultivos como la alfalfa joven -plantada en septiembre-, los guisantes, las habas o el cereal de invierno no han podido ser asegurados a tiempo. Asimismo, recordó que, para la evaluación de los daños, no solo hay que acordarse de los agricultores, sino de todos los gremios que dependen de ellos, como agroindustrias transformadoras, cooperativas, conserveras e incluso harineras.