ZARAGOZA

La población de mosquitos crece este año por las riadas y las altas temperaturas

Aunque el número de estos insectos ha aumentado no se puede hablar de "una situación de alarma especial"

Las poblaciones de mosquitos han aumentado en los alrededores de Zaragoza durante este verano debido a las crecidas del Ebro y a la subida de las temperaturas. Los insectos son más numerosos en las riberas y las zonas de regadío localizadas a las afueras de la ciudad, ya que el espacio urbano no recoge las condiciones más apropiadas para la cría de estas especies.


El profesor de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Universidad de Zaragoza, Javier Lucientes, considera que el incremento de mosquitos se debe a las avenidas del río Ebro durante la primavera. Estas crecidas dejaron agua encharcada en las zonas próximas al río, una de las condiciones necesarias para que este tipo de insecto se reproduzca.


Además, este año, las inundaciones se produjeron entre mayo y junio, cuando normalmente suceden en los meses anteriores. El calor propio de esa época, unido a la humedad de las crecidas, favoreció la aparición de más mosquitos que en los veranos anteriores, explica el profesor.


Lucientes también apunta otro factor que últimamente está afectando al tiempo de acción de estas especies: el aumento generalizado de las temperaturas. Los inviernos no son muy fríos y esto favorece "la aparición precoz de mosquitos que luego no mueren" a causa de la prolongación del calor durante los meses de otoño.


A pesar de esta situación, el profesor reconoce que no se puede hablar de "una situación de alarma especial". Las zonas más afectadas son las riberas de los ríos y las áreas de regadío, sobre todo en la zona de La Cartuja y El Burgo. Por ello, Lucientes advirtió que las personas con más molestias son las que se han acercado a realizar diversas actividades a estos lugares.


El núcleo urbano de Zaragoza, sin embargo, es una zona ajena a este problema. Las obras que se llevaron a cabo en la Expo y en las riberas durante la época de cría, así como el espacio urbanizado impidieron que los insectos se asentasen en la ciudad.


Por otro lado, Lucientes recuerda que con motivo de la Expo, se ha puesto en marcha un plan de prevención en colaboración con el servicio de control de mosquitos de Monegros. "La zona comprendida entre Ranillas y Juslibol ha estado muy vigilada", aclara este profesor de la Universidad de Zaragoza. A pesar de ello, en las proximidades al meandro de Ranillas abundan otros tipos de insectos como las polillas, atraídas por la luz.


En los alrededores de la ciudad, se contabilizan siete especies distintas de mosquitos que pueden causar molestias a los ciudadanos. Según Lucientes, debido a la ausencia de enfermedades tropicales en España, las únicas molestias que pueden causar estos insectos son sus picaduras. Pero aclara que hay personas que pueden responden bastante mal ante el veneno de estos mosquitos.


La mosca negra se acerca


Otro de los cambios que ha detectado el profesor Lucientes es el aumento de las molestias causadas por la mosca negra, una especie que provoca una picadura muy violenta. Los puntos más problemáticos se localizan en la zona del Gállego, concretamente en el tramo comprendido entre Peñaflor y Zuera. Otro de los lugares conflictivos se encuentra aguas abajo del Ebro, entre Pina y Pástriz, según indica Lucientes.


En los alrededores de Zaragoza, se han descubierto tres especies distintas de mosca negra, todas ellas bastante agresivas. Sin embargo, el insecto todavía no ha llegado al núcleo urbano. A diferencia del mosquito, este tipo de mosca cría en zonas de aguas rápidas como los ríos, los canales y las acequias; y su desarrollo también está estrechamente vinculado a las altas temperaturas.