EDUCACIÓN

La oposición urge a Educación acabar con las aulas prefabricadas

Alertan de que un elevado número de colegios empezarán el próximo curso en septiembre saturados.

Un aula prefabricada no es una solución provisional, sino un parche para la falta de planificación y voluntad inversora. Los grupos de la oposición -PP, Chunta e IU- así lo afirman y exigen a Educación que prepare un plan ambicioso de construcción de colegios e institutos que elimine de una vez las casetas. Los portavoces parlamentarios alertan, además, de que ni siquiera las prefabricadas evitarán que en septiembre haya un gran número de clases saturadas.


"Calculamos que están en esa situación el 80% de los centros aragoneses. Esta cifra es vergonzosa e influye directamente en la calidad de la enseñanza y en los resultados académicos. Así no es de extrañar que haya fracaso escolar", comentó la portavoz de Educación del PP, Ana Grande.


Entre los colegios que se han quedado pequeños están algunos de reciente construcción. "Centros abiertos hace tres o cuatro años ya empiezan con ampliaciones y aulas prefabricadas. Las infraestructuras llegan tarde y son insuficientes", aseveró la presidenta de CHA, Nieves Ibeas.


Y en ocasiones, las ampliaciones se hacen a costa de espacios comunes como salas de psicomotricidad o bibliotecas. Como ejemplo, el colegio Montecanal de Zaragoza, donde en septiembre se abrirá una nueva una clase más por curso, pese a las quejas de los padres que aseguran que la escuela "ya no da más de sí".


Según los grupos de la oposición, esto "se veía venir". "Era previsible porque los recursos se están dedicando a otros programas -como la candidatura a los Juegos Olímpicos- y la educación se está quedando estancada. Y eso que el compromiso era que la crisis no afectara al gasto social...", comentó el coordinador general de Izquierda Unida en Aragón, Adolfo Barrena.


Ante esto, la oposición exige al Gobierno que presente qué planes de construcción de centros tiene a corto y medio plazo. "Pero sin vender humo. Porque dicen que van a abrir centros nuevos cuando en realidad lo único que hacen es reponer los edificios como en Pastriz y La Puebla de Alfindén, por ejemplo", apunta la parlamentaria popular.


Utilizar aulas prefabricadas tiene -según PP, Chunta e IU- no solo consecuencias en la calidad de la enseñanza, sino también en las arcas del Departamento de Educación. Alquilar una de estas clases cuesta mil euros al mes durante el primer año (se incluye la instalación) y 500 el segundo.


Para Ibeas, la solución debería haberse abordado en el debate de la Ley de Educación Aragonesa (LEA), que sigue sin fecha de aprobación. "Se pospuso argumentando que había que aguardar al pacto nacional y ahora nos encontramos con que estamos con peores cifras de ratios (alumnos por aula) que hace diez años", recuerda Ibeas. "Estaremos pendientes para que en la LEA se regule que un aula prefabricada no permanezca más de un año", añade Barrena.