ZARAGOZA

La oposición rechaza el dragado y exige otro modelo de barcos para Zaragoza

Al igual que los ecologistas, los partidos recuerdan que el transporte fluvial supone un "estrepitoso fracaso"

Embarcadero de Ranillas, donde hay que reponer los pantalanes dañados por las crecidas.
La oposición rechaza el dragado y exige otro modelo de barcos para Zaragoza
josé miguel marco

zaragoza. La oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza lo tiene muy claro. Rechazan el dragado del Ebro por ser "insostenible" y tildan el transporte fluvial de "estrepitoso fracaso", por lo que exigen al alcalde Belloch otro modelo de transporte fluvial, "con barcos que se adapten al río y no al contrario como ha pasado". Su opinión es compartida por los ecologistas, que cuestionan al igual que los portavoces de PP, CHA e IU el dragado anual del río para que los barcos puedan remontarlo entre Vadorrey y Ranillas.

 

El rechazo a las intervención en el lecho fluvial es unánime entre los políticos y la plataforma de afectados, que reclaman al Ayuntamiento que se replantee la contrata. Como publicó ayer a este diario, el equipo de gobierno municipal PSOE-PAR comenzará a dragar cuando baje el caudal con el objetivo de que los barcos puedan volver a prestar servicio en un mes. La demanda potencial ha llevado a replantear el negocio, hasta el punto de que solo navegarán la mitad de los barcos del año pasado (el catamarán Félix de Azara y un Ebrobús) y limitando el servicio regular a los fines de semana.

 

La portavoz del PP, María Dolores Serrat, subrayó que el actual modelo de navegación es uno de los "grandes fracasos" de la ciudad, fruto de una "mala planificación". Por ello, propuso replantear el proyecto y orientarlo hacia otro tipo de actividades náuticas, "con barcos más pequeños".

 

Serrat criticó que el alcalde está decidido a mantener la explotación "sin reparar en gastos", pese a que sea insostenible y los pretendidos barcos solares al final porten motores fuera borda para lograr remontar la corriente. "La navegación puede ser una buena idea, pero no con estos barcos. El azud, además, no ha permitido el transporte fluvial porque solo embalsa agua junto al embarcadero de Vadorrey", defendió.

 

Su homólogo de CHA, Juan Martín, también defendió el transporte fluvial sin dragado "para que el río se tenga que adaptar a los barcos". Martín incidió en que el PSOE no cuenta toda la verdad en este caso. "Para mantener el servicio se han modificado las condiciones del concurso y hay que meter dinero constantemente", manifestó antes de añadir con ironía que, al final, "habrá que modificar el curso del Ebro para no encontrar obstáculos que dragar".

 

El edil nacionalista sostuvo que este proyecto de navegación es una las actuaciones "más insostenibles" del Ebro. "Va en contra de un uso racional del río y carece de sentido común", concluyó.

 

El concejal de IU José Manuel Alonso cuestionó que el equipo de gobierno siga "perseverando" en el error cuando un juez está investigando el último dragado. "Que perseveren me parece un error de bulto", subrayó.

 

Alonso también puso en tela de juicio que se pretenda seguir adelante con el transporte fluvial tras el "estrepitoso fracaso" del año pasado. "Si con la Expo obtuvieron esos resultados, cómo no se va a repetir este verano", sentenció.

Un ejemplo para la cuenca

Por su parte, el portavoz de la plataforma de afectados y presidente de Ansar, Jesús Maestro, indicó que se debe evitar que "año tras año" se intervenga en el cauce: "Ha empezado a cundir el ejemplo en la cuenca. Por culpa de los barcos de aquí, otros municipios piden que se drague para evitar los efectos de las crecidas".

 

Maestro remarcó que el Ayuntamiento se vanagloria de cumplir la Agenda 21 e impulsar todo tipo de medidas ambientales, por lo que supone un "espectáculo bochornoso" la agresión al río por la "cabezonería de Belloch". "El coste de construcción y mantenimiento del azud, la erosión que provoca el canal de navegación y la factura del dragado son la demostración de que este negocio es infumable", sentenció.