PATRIMONIO

La oposición carga contra Iglesias por paralizar la recuperación de la estación de Canfranc

Los partidos que apoyan al gobierno, el PSOE y el PAR, consideran "razonable" postergar el proyecto del hotel de lujo.

Iglesias, en 2009, en Canfranc, con el arquitecto Pérez Latorre
La oposición carga contra Iglesias por paralizar la recuperación de la estación de Canfranc
JAVIER BLASCO

Los grupos parlamentarios de la oposición cargaron ayer contra el Ejecutivo autonómico que preside Marcelino Iglesias por la gestión de la rehabilitación de la estación de Canfranc. Desde ópticas diferentes, PP, CHA e IU lamentaron la paralización de la recuperación del emblemático edificio tras casi una década de proyectos y obras inconclusas y exigieron tanto soluciones como responsabilidades al Gobierno aragonés.

Tal y como informó ayer este diario, la DGA ha renunciado a la reconversión de la estación de Canfranc en hotel de lujo por el bloqueo que se ha producido en el desarrollo urbanístico de los suelos ferroviarios. La financiación de buena parte del proyecto de recuperación del complejo procedía de los ingresos derivados de la venta de suelo para unas 600 viviendas, pero la crisis del sector inmobiliario ha frustrado esa vía para sufragar las obras.

Especialmente crítico se mostró el PP. "Iglesias va a pasar a la historia por haber enterrado el Canfrac, tanto la línea como la estación", dijo el portavoz en la comisión de Obras Públicas, Antonio Torres. A su juicio, la causa de la suspensión del proyecto se remonta a la decisión de Iglesias de paralizar el concurso de la estación que impulsó el PP cuando gobernaba.

"El expediente estuvo parado cinco años y eso ha supuesto no llegar a tiempo. Ahora ya estaría construido y funcionando. Aquello fue un acto caciquil", criticó Torres. El diputado recordó que en febrero ya se presentó una pregunta parlamentaria sobre la situación de la estación y a principios de junio se solicitó la comparecencia del consejero para que dé explicaciones.

La presidenta de CHA, Nieves Ibeas, aseguró que el proyecto que se planteó para Canfranc "era insostenible". "La gestión ha sido muy mala y ha habido mucha oscuridad. Este edificio debería haber estado terminado hace mucho tiempo y ahora habrá que explicar qué ha pasado y cuánto dinero se ha quedado en el camino", afirmó Ibeas, que comparó la situación de la estación de Canfranc con la del Fleta o el Espacio Goya. "Hay que pedir responsabilidades políticas. Si por algo se ha caracterizado el Gobierno de Aragón es por gestionar frívolamente los recursos públicos", dijo.

El coordinador de IU, Adolfo Barrena, achacó la paralización del proyecto a la dinámica "neoliberal" seguida por el Gobierno aragonés a la hora de sufragar los proyectos públicos. "En lugar de buscar un sistema de financiación público, se ha fiado todo a la plusvalía. Al final, esto lleva a la paralización de todo", dijo. A su juicio, el Ejecutivo aragonés "no ha gestionado nada bien" el proyecto y cargó contra PSOE y PP por haber apoyado la gestión pública en "inversiones especulativas".

Los grupos que apoyan al Gobierno, el PSOE y el PAR, coincidieron a la hora de defender la decisión de postergar el proyecto. El socialista Jesús Miguel Franco, subrayó que "lo importante era salvar el edificio y eso se ha conseguido". "Aplazarlo es una medida razonable en los tiempos que corren", dijo. Javier Allué, del PAR, añadió que "son tiempos difíciles para cualquier administración, por lo que hay que aplicar prioridades en los proyectos".

La promesa incumplida. En marzo de 2009, el presidente Iglesias (en la foto con el arquitecto José Manuel Pérez Latorre) dijo en Canfranc que la fase final de las obras comenzaría en el primer semestre de ese año, pero el verano pasado concluyeron los trabajos que estaban en marcha y las máquinas aún no han vuelto.