PICADURAS DOLOROSAS

La mosca negra llena de picaduras los parques y las piscinas de Zaragoza

Estos insectos han colonizado la capital y su entorno tras remontar el Ebro desde el Cinca y provocar miles de atenciones en Cataluña. Las zonas más afectadas son las riberas y el Huerva, pero pueden estar en cualquier sitio.

Un monitor del Tiro de Pichón, dándose el repelente que el club ofrece a los socios.
La mosca negra llena de picaduras los parques y las piscinas de Zaragoza
J. M. MARCO

La mosca negra ha llegado ya a Zaragoza y a los municipios de su entorno tras haber remontado todo el Ebro desde Tarragona y el Bajo Cinca. Aunque no son peligrosos para la salud, estos insectos producen dolorosas picaduras que ya se están sufriendo en los parques y en las piscinas y que además suelen generar reacciones alérgicas. En Cataluña, solo en el verano de 2006 más de 2.000 personas tuvieron que ser atendidas por esta causa, y muchas localidades aragonesas de las comarcas del Cinca y de Monegros también han visto cómo en los últimos años la mosca negra ha multiplicado las visitas al médico además de provocar numerosas molestias.

Las zonas más afectadas por la presencia de esta familia de insectos voladores son las riberas de los ríos, sobre todo las del Ebro y el Huerva. No obstante, la mosca negra puede volar hasta 30 kilómetros e incluso más, por lo que el problema puede extenderse casi a cualquier área. De momento, estos animales se han detectado en municipios como Pina y El Burgo y en distintos puntos de la capital: La Cartuja, el Actur, las riberas del Ebro, el parque Bruil, el corredor del Huerva, el Tiro de Pichón, el Estadium Casablanca, piscinas municipales como las de la Hípica o el Alberto Maestro e incluso la Facultad de Veterinaria.

«Es verdad que durante la Expo capturamos unos pocos ejemplares de mosca negra en el entorno de Ranillas, pero nunca habíamos visto tantos casos como este año... y eso que aún no ha empezado el verano -destaca el experto en mosquitos Javier Lucientes, profesor de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza-. La explicación es que estos animales han remontado el Ebro desde la zona del Bajo Cinca y ya han llegado a la ciudad. De hecho, puede que estén por aquí desde hace más de un año».

Proceden de los ríos de montaña

En realidad, la denominación 'mosca negra' incluye a toda una familia de insectos voladores -los simúlidos- que en España agrupa a unas 40 especies distintas. Estos dípteros proceden de los ríos de montaña del Pirineo y del Sistema Ibérico, pero en los últimos años se han extendido por hábitats muy distintos.

«Los cambios que ha sufrido el Ebro debido a factores como la depuración o el mejillón cebra han hecho que el río se llene de plantas acuáticas que a su vez han favorecido la expansión y la reproducción de la mosca negra -explica Lucientes-. Al mismo tiempo, el cambio climático y la expansión del regadío han creado nuevos hábitats favorables para estas especies haciendo que proliferen por zonas como Monegros y el Cinca».

A diferencia de los mosquitos comunes, la mosca negra no se reproduce en aguas estancadas, sino que necesita corrientes bien oxigenadas. Por eso su vía natural de expansión son los regadíos y, sobre todo, ríos como el Ebro, el Segre, el Cinca o el Alcanadre. «Como proceden de los ríos de montaña soportan bien el invierno, y si además coincide que el tiempo ha sido benigno y que no ha habido grandes riadas, la proliferación de la mosca negra es todavía mayor -señala Lucientes-. Los primeros ejemplares aparecen en marzo o abril, con el calor, y en verano hay un segundo bum reproductivo. A partir de octubre, con el frío, la mayoría mueren, y solo sobreviven los huevos y las larvas, que están en el agua».

Diurnas y agresivas

Aunque prefieren volar al atardecer y al amanecer, otra diferencia notable con los mosquitos comunes es que la mosca negra tiene actividad durante todo el día. Además, es muy agresiva con el hombre -como sucede con otros insectos hematófagos, son las hembras las que atacan porque necesitan sangre para poder poner sus huevos-.

Cuando pica, la mosca negra no utiliza un aguijón, sino un aparato bucal de tipo mandibular que rasga la piel y produce heridas bastante dolorosas. Esas mordeduras se caracterizan por presentar un punto central sangrante con inflamación local.

Por otra parte, la saliva de estos insectos contiene distintas sustancias que, en función de la sensibilidad de cada persona, pueden complicar la picadura llegando a producir una fuerte irritación, un edema o incluso reacciones alérgicas más severas que requieren atención médica -en Zaragoza ya se han producido casos-.

También hay más mosquitos

La proliferación de la mosca negra en Zaragoza y su entorno coincide además con una época en la que también ha crecido la población de mosquitos debido a las lluvias y el buen tiempo. Esto aumenta todavía más las molestias que sufre la población.