URBANISMO

La Milla Digital se desdibuja

Iba a ser un polo de atracción de empresas de la economía del conocimiento. Pero de momento no llega la inversión privada. Iba a permitir la creación de entre 3.000 y 4.000 empleos cualificados. Se sigue a la espera. Iba a ser un ejemplo de diseño urbano futurista, con paradas de bus interactivos, pavimentos con memoria y aparcamientos inteligentes. Nada de nada. Permitiría la construcción de equipamientos culturales de vanguardia. Todavía están en fase de anteproyecto. Seis años después de que el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, anunciara a bombo y platillo el proyecto de la Milla Digital, los resultados no llegan y la crisis económica, sobre todo la del sector inmobiliario, todavía complica más las cosas.


Pero, ¿qué es la Milla Digital? Se trata de un proyecto urbanístico, cultural y tecnológico que Belloch superpuso (no sin traumas) a la urbanización del entorno de las estaciones de Delicias y el Portillo, promovida por Zaragoza Alta Velocidad (ZAV), sociedad pública participada por el ayuntamiento, la DGA y Fomento. Allí se construirán alrededor de 4.000 pisos libres.


Desde el principio, fue un plan incomprendido política y socialmente. No obstante, en sectores especializados sí despertó interés. De hecho, en el plan director colaboraron expertos de la Universidad de Zaragoza, del Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT) y del Fraunhofer Gesellschaft. Personalidades del prestigio de Willliam J. Mitchell, Saskia Sassen o Manuel Balcells se sumaron al proyecto. También se involucraron empresas, como Samsung, Endesa, Siemmens, Telefónica e Indra.


Estudios y reuniones


Se redactó el plan director, se elaboraron estudios, se constituyó un comité internacional de expertos, se firmaron convenios de colaboración, se incorporó al planeamiento una ordenanza para fijar las aplicaciones tecnológicas de las futuras viviendas, se diseñaron prototipos de mobiliario urbano, se participó en congresos, se hicieron viajes...


Incluso el Museo de la Milla Digital y el Centro de Arte y Tecnología entraron en las líneas de crédito del plan Avanza del Ministerio de Industria, con 27 millones de euros. Pero, tras seis años, los resultados no son los esperados, sobre todo en la captación de empresas que generen empleo cualificado.


En el gobierno PSOE-PAR, admiten que las cosas no van como se esperaba. El propio consejero de Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco, admitió recientemente que a la Milla Digital "le falta el salto" que supondría la llegada de una gran empresa que sea un polo de atracción de otras, como Inditex en Pla-Za.


El director general de Ciencia y Tecnología, Ricardo Cavero, comparte esta opinión. "Es cierto. Estamos trabajando en ello. Pero que venga un gran tractor no significa el éxito del proyecto, también debe estar acompañado por pequeñas y medianas empresas", declaró.


Cavero advierte de un aspecto sustancial que está complicando el desarrollo de la Milla Digital: la crisis del ladrillo ha pasado una dura factura a los planes inmobiliarios de ZAV. No en vano, varios solares que quiso vender la sociedad pública quedaron desiertos y por ahora se han suspendido al menos hasta 2011 las subastas de suelo.


"Esto está retrasando el desarrollo del entorno", afirma."Hace falta una empresa tractora, pero primero hay que vender", admite Cavero. El responsable municipal añade que "las empresas no van a comprar suelo porque sí". "Se debe hacer una propuesta de venta del conjunto", declara.


No obstante, Cavero, que ha trabajado en la gestión de la Milla Digital desde su origen, rechaza que el proyecto haya fracasado. Todo lo contrario. "Seguimos en la brecha y pensando que es un barrio con unas posibilidades muy buenas para crear un espacio de innovación urbana", subraya. Cavero dice que la fase de estudios ya se ha concluido y se muestra convencido de que el entorno de la estación será "un gran laboratorio para empresas y servicios avanzados".


Indica que este año se podrán licitar las obras del Centro de Arte y Tecnología, que incorporará talleres, "incubadoras" para innovadores, espacios expositivos, anfiteatro y residencia. De momento está en fase de anteproyecto. Recuerda que las propias obras de urbanización del entorno de la intermodal ya han incorporado buena parte de la tecnología necesaria para que las futuras viviendas tengan las máximas prestaciones. Además, subraya que el proyecto de Caixafórum en el Portillo ya está en marcha y muestra su confianza de que se confirme la apuesta de la SGAE.


Pero la idea no consistía en incorporar dos o tres equipamientos culturales y dotar a las viviendas de prestaciones domóticas. Era algo más ambicioso. Hoy por hoy, a la Milla Digital le falta mucho. Tanto que ese sueño futurista y tecnológico que tuvo Belloch un día para el barrio del AVE se puede quedar en nada.