CONSUMO

La mayoría de las cadenas cobran ya las bolsas de plástico en Aragón

Mercadona dejó de darlas a principios de junio y El Corte Inglés, a finales. El Gobierno las prohibirá desde 2018.

Algunos supermercados aplican descuentos si el cliente no utiliza bolsas de plástico.
Algunos supermercados aplican descuentos si el cliente no utiliza bolsas de plástico
ESTHER CASAS

La mayoría de las cadenas de supermercados e hipermercados que operan en Aragón ya cobran las bolsas de plástico de un solo uso -o directamente las han suprimido- como medida para penalizar su consumo. Las directrices del Plan Nacional Integrado de Residuos, que desde el año pasado instan a reducir en un 50% el uso de este tipo de productos, y el anuncio del Gobierno de que se prohibirán definitivamente a partir de 2018 han obligado a las principales empresas del sector a adoptar políticas más drásticas que las que venían desarrollando hasta ahora.


La última compañía que ha decidido que ya no va a regalar las bolsas de un solo uso ha sido El Corte Inglés. Desde el pasado 27 de junio, los supermercados, los hipermercados y las tiendas Opencor del grupo las cobran a 0,05 euros ofreciendo como alternativa bolsas de nylon a 0,50 euros. Tres semanas antes, el 6 de junio, Mercadona empezó a hacer lo mismo pidiendo 0,02 euros por las bolsas de un solo uso y dando a sus clientes la posibilidad de comprar bolsas reutilizables a 0,10 y 0,60 euros.


Los establecimientos de Lidl y de DIA siempre han cobrado por las bolsas tradicionales, y desde el año 2009 los hipermercados Carrefour ni siquiera las utilizan. Solo venden bolsas y carritos reutilizables o biodegradables.


Por su parte, Eroski, Simply, Alcampo y el grupo El Árbol siguen regalando las bolsas de plástico de un solo uso, pero fomentan el uso de las de nueva generación con distintas políticas: venta de bolsas ecológicas, implantación de cajas 'verdes' en las que no se dan bolsas tradicionales, campañas de concienciación para empleados y clientes...

300 bolsas por persona y año

Según el Ministerio de Medio Ambiente, en España el consumo anual de bolsas de plástico de un solo uso ha alcanzado las 300 unidades por habitante, lo que significa que solo en Aragón se utilizan unos 400 millones de bolsas de este tipo cada año.


En la fabricación de cada una de ellas se emiten cuatro gramos de CO2, por lo que el consumo de la Comunidad supone la liberación a la atmósfera de unas 1.600 toneladas anuales de dióxido de carbono. Sin embargo, más perjudicial todavía es el hecho de que solo un 10% de las bolsas de plástico de un solo uso se depositan en el contenedor amarillo para ser recicladas. El resto acaban en vertederos o tiradas en cualquier sitio habiendo tenido una vida útil de apenas 20 minutos, aunque el 65% de ellas se suele reutilizar como bolsas de basura.


Esta situación, además de un gran despilfarro de petróleo, conlleva un importante deterioro ambiental, ya que las bolsas de plástico tardan más de 100 años en descomponerse, contaminan los ecosistemas y son una amenaza para muchas especies animales.


Siguiendo la senda iniciada por muchos países europeos, el Plan Nacional Integrado de Residuos aprobado por el Ministerio a finales de 2008 estableció que a partir de 2010 el consumo de bolsas de un solo uso debe reducirse a la mitad. Este documento también insta a establecer un calendario para su sustitución por otras hechas de materiales biodegradables, pero al ser un plan y no un instrumento normativo su cumplimiento no es obligatorio.


No obstante, el Gobierno central remitió recientemente al Congreso de los Diputados un anteproyecto de ley que sí prevé la prohibición de las bolsas de plástico de un solo uso a partir de 2018 con una moratoria especial para aquellas que contengan carne o pescado. Además, desde el año 2015 será obligatorio que contengan mensajes sobre sus efectos negativos en el medio ambiente.


Algunas autonomías han aprobado ya una legislación más restrictiva. Por ejemplo, Andalucía cobra desde el 1 de enero de este año un impuesto sobre las bolsas de plástico de un solo uso. Quienes lo pagan son los establecimientos que las suministran, que normalmente repercuten este nuevo tributo en el precio de las bolsas que proporcionan a sus clientes -las tiendas de venta minorista están eximidas-. Cantabria también ha impulsado una legislación similar.


Por contra, en Aragón no existe ni está prevista ninguna regulación que complemente a la normativa estatal, aunque el año pasado el Departamento de Medio Ambiente firmó un convenio con las asociaciones de distribuidores, autoservicios y supermercados de la Comunidad para lograr que en 2012 el consumo de bolsas de un solo uso se haya reducido un 30% respecto a 2009. El acuerdo prevé distintas medidas tanto de sensibilización como de fomento de otras alternativas más sostenibles.