SALUD

La llegada del calor dispara los casos de varicela en algunas escuelas y guarderías

Los expertos recomiendan la vacunación de los niños como herramienta de prevención.

La llegada del calor lleva consigo la aparición de las enfermedades típicas de esta época. La gripe y los virus respiratorios han dejado paso a un brote de varicela que está afectando especialmente a algunos colegios y guarderías, donde el contagio es más fácil.


Algunos facultativos consultados por este periódico confirmaron que en las últimas semanas se estaban diagnosticando más casos de esta enfermedad, que se caracteriza por fiebre y erupciones cutáneas (pequeños granitos -incluso en las orejas y en la boca-). Muchas veces puede empezar como un simple catarro y luego desarrollarse todos los demás síntomas. «Estamos ante un brote de la enfermedad. Es la época, aunque puede concentrarse en determinados barrios o zonas», explicó el presidente de la Asociación de Pediatría de Aragón, César García.


La varicela es una enfermedad de declaración obligatoria por parte de los facultativos, como lo es la gripe. No obstante, su incidencia ha ido disminuyendo con los años, debido a que se ha extendido el hábito de vacunación entre los niños. «Antes, la incidencia era mucho mayor, se ha conseguido controlar bastante y minimizar su afección con la vacuna», puntualizó el representante de los pediatras de Aragón.


Si en 1997 se llegó a una media de 868,8 casos por 100.000 habitantes (más de 11.000 personas pasaron la varicela); en 2007 la tasa se situó en 674,4 por cada 100.000 y en 2009, 591,6. Lo normal es que la incidencia fluctúe entre los 6.000 y 8.000 casos al año. Salud Pública de momento no ha registrado el incremento de casos estas últimas semanas, aunque puede deberse a que los boletines en los que se notifica la varicela no tienen la misma periodicidad que los de la gripe (semanales).


De momento, los casos que se habrían detectado en estas semanas serían leves y no habría habido ninguno grave. La enfermedad puede presentar alguna complicación sobre todo en edad adulta y en embarazadas. En menores, su tratamiento es bastante sencillo y se pasa sin ningún tipo de secuela. Tan solo es necesario el aislamiento del menor durante unos días en su domicilio, para evitar el contagio entre sus compañeros.


También en niños vacunados


Haberse vacunado, sin embargo, no es una herramienta fiable al cien por cien, ya que no protege totalmente contra la enfermedad. Según han explicado algunos doctores, se ha constatado que algunos niños que habían sido inmunizados han padecido también la enfermedad. Aunque en estos casos, su incidencia es más suave y por lo tanto, su curación es más rápida. Por ello, los pediatras recomiendan que los padres opten por poner esta dosis lo antes posible (se recomienda a partir del año).